Palau: Ni a favor ni en contra del bloqueo
Con motivo de las votaciones en la ONU en contra del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, el pasado 2009, la publicación digital Cubadebate publicó un interesante artículo que recogía las declaraciones de la Ministra de Estado de Palau, Sandra Pierantozzi, quien entonces admitió que su Gobierno apoyaba el bloqueo estadounidense contra Cuba para obtener más ayuda de EE.UU., recuérdese que Palau fue, con Estados Unidos e Israel, uno de los tres votos en contra.
Hoy revisé este material al que había añadido este comentario: "Alguien debería aconsejarle a Palau que uno no siempre tiene que establecer relaciones para recibir beneficios, también, y en mi opinión es lo más importante, para compartir con los demás. Pero bien, si no han "crecido" lo suficiente para soltar la mano del tío Sam, a lo mejor cuando quieran hacerlo (si es que no están ya amarrados) se darán cuenta del precioso tiempo que han perdido".
En la reciente votación en Naciones Unidas, Palau fue una de las tres abstenciones, con Islas Marshall y Micronesia. Se tomaron su tiempo, pero al menos no se inclinaron abiertamente a favor del que ya es el bloqueo más cruel y largo de la historia de la humanidad.
Como el que calla otorga, según dice la milenaria sabiduría, no se puede asegurar que Palau esté a favor o en contra del bloqueo. Lo cierto es que Estados Unidos se va quedando solo, a pesar de que no escatima millones y promesas en busca de aliados.
Aunque no existe la más mínima voluntad por parte del gobierno norteamericano de levantar el bloqueo, la votación en la Asamblea General de la ONU es un termómetro que mide la temperatura global sobre este tema al que se le buscan nuevan pretextos para mantenerlo intacto, o si es posible recrudecerlo.
Cuba seguirá presentando a debate esta cruel política imperial. La fuerza del ejemplo que da esta pequeña isla, en materia de ayuda eficaz a los pobres y más necesitados del mundo, se impondrá sobre los millones de dólares y de mentiras que se esgrimen como argumentos para, en nombre de supuestas causas justas, expoliar los recursos naturales de los países, que es en realidad lo único que le interesa al imperio yanqui. (Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)