Cultos y libres

Cultos y libresAño tras año, desde 1959, el primer día del mes de septiembre es una jornada especial en todo el territorio nacional, ¿el motivo? Inicia el curso escolar en todos los niveles de la enseñanza cubana.

Rostros infantiles, juveniles y también los que revelan juventud acumulada,  denotan la alegría incontenible del regreso a las aulas, del reencuentro con los condiscípulos, con los maestros, con los amigos… para comenzar una nueva y maravillosa aventura en el país del saber.

Este período lectivo que hoy se inaugura, trae entre sus objetivos nuevas estrategias, encaminadas a mejorar la educación integral de los escolares cubanos.

Se reforzarán los conocimientos en la Historia Patria, en el estudio de la lengua materna y se trabajará con mayor ahínco en la formación de valores.

El Estado cubano prioriza la educación, no es un secreto para nadie. Muchos ciudadanos, de países incluso con mayor desarrollo y acceso a tecnologías que facilitan el aprendizaje, quisieran que sus gobiernos dedicaran a la educación propia y de sus hijos, siquiera una parte de lo que en esta Isla se destina a tales propósitos.

No por cotidianas podemos cansarnos de ponderar las bondades de nuestro sistema docente- educativo, el que también sufre las carencias y dificultades de la crisis económica mundial actual y las consecuencias del bloqueo de Estados Unidos.

Los que han nacido y vivido toda su existencia bajo el cruel, brutal e inhumano bloqueo, con mayor razón deben agradecer los esfuerzos que hace el gobierno revolucionario para que cada primero de septiembre no se quede ningún cubano sin escuela, sin profesores, sin uniformes, sin merienda y sobre todo, sin la luz de la enseñanza, esa a la que al venir a la tierra cada hombre tiene derecho, al decir de Martí.

Entre el júbilo de las acciones que amenizarán cada acto de inicio escolar habrá un espacio para recordar a quienes han hecho posible por cincuenta años consecutivos, a pesar de los pesares, que las aulas cubanas sigan abiertas para todos, y que la oportunidad de superarse no tenga límites, ni de edad, ni de sexo, ni de raza, ni de posición social.

Esta hornada de estudiantes serán los hombres y mujeres del mañana, los que seguirán poniendo a nuestro país entre los primeros del mundo en muchos frentes y los que ayudarán a desarrollarse a los que hoy no pueden acceder a las fuentes inagotables de la sabiduría.

Por eso Cuba seguirá invirtiendo lo necesario para que los logros alcanzados no solo se mantengan sino que se multipliquen, pues como sentenciara el Apóstol: “Ser cultos, es el único modo de ser libres”.

(Por: Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)