Doha lanza señal positiva con críticas a orden económico mundial
Doha, 30 nov .- El compromiso de países emergentes de unirse para combatir problemas comunes derivados de la crisis global y el llamado de Francia a hacer más inclusivo el orden económico, lanzaron hoy desde aquí una señal positiva al mundo.
De acuerdo con voceros de la Conferencia Internacional de Seguimiento sobre Financiamiento para el Desarrollo, en la reunión prevalece la voluntad de hallar una respuesta coordinada globalmente a la debacle económica, buscando proteger a los países en desarrollo.
No obstante, entre jefes de Estado o gobierno, ministros, expertos, representantes de organismos internacionales y hombres de negocio hay percepciones divergentes en cuanto a los niveles de implementación efectiva del llamado Consenso de Monterrey, de 2002.
A juzgar por los discursos, existe consenso sobre la necesidad de aprovechar y compartir experiencias entre todos, ricos y pobres, frente a esos desafíos para apuntalar una “economía verde” y estimular un compromiso dirigido a renovar el multilateralismo.
El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, reconoció que el grupo de las ocho economías más fuertes (G8) hoy es obsoleto y llamó a las instituciones de Bretton Woods (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, FMI) a “ser más inclusivas”.
Al hablar a nombre de la Unión Europea, cuya Presidencia ocupa hasta finales de diciembre, Sarkozy indicó que el viejo continente es conciente de que “sería imposible resolver la actual crisis económica global sin China, Brasil y otras naciones emergentes”.
También llamó a conceder a África una mejor representación en el Consejo de Seguridad de la ONU, y consideró que “dentro del FMI los países en desarrollo deben tener un asiento y un rol mucho más importante que jugar”.
El mandatario galo defendió igualmente el compromiso europeo de honrar metas de la ONU como donar cada año hasta 2015 el 0,7 por ciento del producto interno bruto para la ayuda oficial al desarrollo de las naciones menos favorecidas.
Por su lado, el anfitrión de la cita, el emir de Qatar jeque Hamad Bin Khalifa al-Thani, advirtió a los países desarrollados que “no tienen derecho a dictar a los otros lo que deben hacer”.
Al-Thani señaló que los estados productores de petróleo, como el suyo, a menudo “sienten que hay algunos intentos de ponerles toda la carga del desarrollo”, y alertó que las expectativas de ayuda no deben exceder las capacidades individuales de los países.(PL)