[:es]Contribuyen bibliotecarios santacruceños a elevar calidad del proceso docente educativo[:]

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Santa Cruz del Sur, 7 jun.- Rosa María Guerrero Vega sabe cuanto enriquecen los libros el conocimiento de los educandos, maestros y el suyo propio. Hace una década ejerce la profesión de bibliotecaria. Cuatro años de labor cumplió en la escuela de educación especial Tania La Guerrillera, ahora se desempeña en el preuniversitario Henry Reeve.

“En cualquier enseñanza los bibliotecarios escolares cubanos tenemos que autoprepararnos para garantizar un servicio eficiente. Debemos ser orientadores, sencillos, amorosos, éticos, instructivos y estar actualizados del acontecer nacional, provincial y local”, refirió.

La encantadora fémina, de hablar refinado, indicó al reportero la importancia de hacer prevalecer la disciplina en cada jornada. “Los que guiamos y orientamos a los discípulos no podemos dejar de ser ejemplo”, comentó Guerrero. De inmediato agregó: Somos su “espejo”.

De acuerdo a las solicitudes, ella les busca  a los discípulos informaciones para la elaboración de seminarios, tareas evaluativas, concursos de la clase, así como para matutinos especiales, entre otras.

Es justo resaltar la faena de las bibliotecarias y bibliotecarios en cada plantel de esta Isla por ser parte intrínseca del buen avance del proceso docente-educativo.

Entre los propósitos de esta profesión se encuentran: formar hábitos correctos de lectura, propiciar los usos adecuados del vocabulario y de la estructura del idioma  español, a  través de charlas, mesas redondas, narraciones, incluidos los ciclos de conferencias.

Con apasionada entrega los encargados de cada biblioteca escolar y pública  brindan su ayuda. Enseñan a investigar a los niños, adolescentes,  jóvenes y a la población en general. De igual manera a apropiarse de la esencia de las cosas, a saberlo todo.

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