Cinemateca de Cuba abre 2019 con tributo al neorrealismo italiano
Según el programador de la Cinemateca de Cuba, Antonio Mazón, era una atractiva alternativa para realizadores interesados en comentar la realidad distanciándose tanto del estilo e inquietudes del Hollywood de los años de 1950, como del cine cubano anterior a la Revolución.
Además, fundadores del nuevo cine cubano como Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea, alias Titón, estudiaron en Roma, y el guionista Cesare Zavattini vino a esta isla en el propio año 1959 y se puso a disposición del Icaic, institución que en 2019 cumple 60 años de creada.
Esto, sumado a la voluntad de transformación de la sociedad, explica el carácter eminentemente social, desde sus inicios, del nuevo cine cubano, alega Mazón en una nota de prensa.
Los filmes a exponerse en el cine Charles Chaplin de esta capital hasta el 9 de enero son Obsesión (Luchino Visconti, 1942); Cuatro pasos por las nubes (Alessandro Blasetti, 1942); Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini, 1945); Gente del Po (Michelangelo Antonioni, 1943-47) y El limpiabotas (Vittorio de Sica, 1946).
A ellas se suman Paisà (Roberto Rossellini, 1946); El bandido (Alberto Lattuada, 1946); Alemania, año cero (Rossellini, 1947-48); La tierra tiembla (Visconti, 1947); El ladrón de bicicletas (De Sica, 1948); Arroz amargo (Giuseppe De Santis, 1949); Francisco, juglar de dios (Rossellini, 1950) y Milagro en Milán (De Sica, 1950).
Este ciclo constituye un reconocimiento a la marcada influencia que tuvo el neorrealismo italiano en la cinematografía de Cuba. (PL)