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A una década de su desaparición física, cubanos evocan a Juan Almeida (+Fotos)

Santiago de Cuba, 11 sep.- A 10 años de su desaparición física, los cubanos recuerdan hoy al Comandante de la Revolución Juan Almeida, uno de los combatientes legendarios de la etapa definitiva de lucha insurreccional por la libertad de Cuba.

 

En el municipio serrano de Tercer Frente, un acto político y una ceremonia militar rindieron homenaje a quien fuera el jefe de ese mando rebelde oriental que llevó el nombre de Mario Muñoz, el médico del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, del cual el joven habanero fue uno de los protagonistas.

Flores frescas, versos y canciones, una peregrinación popular y la reverencia de los vecinos de ese enclave montañoso en el Mausoleo de la Loma de la Esperanza donde descansan los restos de Almeida y sus compañeros, fueron la expresión de su permanencia en la memoria histórica de los cubanos.

Otras actividades se sumaron también al tributo por la efeméride, con un foro online en la Universidad de Oriente y un twuitazo convocado desde la ciudad que lo acogió como un hijo y a la que lo ligaron lazos entrañables.

En los Estudios Siboney, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, fundados bajo su inspiración e iniciativa en 1980 para fomentar el auge musical del Oriente cubano, sus trabajadores, técnicos y directivos se juntaron a jóvenes estudiantes y vecinos de la comunidad para recordarlo.

En el acto realizado en la institución, que se ubica en pleno centro histórico urbano, fluyeron anécdotas y vivencias de quienes trabajaron junto al Comandante de la Revolución y atesoran recuerdos de su trayectoria como compositor de unas 300 piezas musicales que alcanzaron popularidad en el país y más allá.

Desde el 2013 una original escultura emplazada en la fachada del Teatro Heredia recuerda a Almeida, unos de los tres Comandantes de la Revolución, junto a Ramiro Valdés y Guillermo García, así reconocidos por sus significativos aportes a la gesta insurreccional cubana y las transformaciones posteriores.

Con unos 32 metros de altura y poco más de 19 metros de ancho, la pieza monumental pesa alrededor de 16 toneladas y desde su ubicación ha llamado la atención de lugareños y visitantes por sus dimensiones y majestuosidad.

En el conjunto prevalece la frase del dirigente Aquí no se rinde nadie, antológica en la historia de rebeldías y resistencia de los cubanos e inspiración para la continuidad de los desafíos enfrentados por el proceso revolucionario en más de 60 años. (Prensa Latina)