Las urgencias económicas de Obama

Las urgencias económicas de Obama Washington, 10 dic .- Reducir el desempleo y el déficit presupuestario es hoy una de las prioridades más urgentes del presidente estadounidense, Barack Obama, enfrentado a una crisis económica que no logra salir del hueco.

Una leve disminución de la tasa de desempleo del 10,2 por ciento en octubre al 10 por ciento en noviembre, no fue suficiente para considerar que el problema está camino de resolverse, razón por la cual el mandatario propone ahora nuevas disposiciones.

La utilización del plan de estímulo financiero (aprobado por el gobierno anterior), para producir nuevos puestos de trabajo, es una medida de emergencia.

En 2008, cuando se produjo la bancarrota de instituciones monetarias como Lehman Brothers y otras de vital importancia para este país, el ex presidente George W. Bush impulsó la iniciativa de rescate que debía evitar el colapso financiero de la nación.

La víspera, Obama hizo el anuncio oficial de su receta durante un discurso en la Institución Brookings.

Pretende acelerar la creación de empleos con parte de los 200 mil millones de dólares que se ahorrará su administración en el referido programa de Bush.

Para ello invertirá en infraestructura y exenciones tributarias, lo cual es posible porque la estrategia de rescate ha costado menos de lo esperado, consideró el mandatario.

Alegó que la asistencia a los bancos, que se pensó costaría a los contribuyentes miles de millones de dólares, está en camino de generar en realidad miles de millones de dólares en beneficios para el erario público.

Obama destacó que la mejor situación de las entidades monetarias en general abre oportunidades para reducir el déficit presupuestal más rápidamente y permite usar los fondos para la creación de puestos de trabajo.

El costo de este nuevo programa dependerá de las decisiones del Congreso.

Sin embargo, informaciones filtradas a la prensa indican la posibilidad de que se destinen 50 mil millones de dólares adicionales a proyectos de infraestructura, transporte, sistemas sanitarios, y que tenga un impacto inmediato en la ocupación laboral.

Entre las medidas anunciadas se incluyen también rebajas de impuestos para las pequeñas empresas y un nuevo incentivo fiscal que debe promover las contrataciones.

Asimismo dará exenciones tributarias a los propietarios de viviendas que inviertan en mantener sus casas y en aparatos que consuman menos energía.

Aunque por estos días la reforma de salud en el Senado así como los preparativos para la cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático, han ocupado a la administración estadounidense, la problemática del empleo sigue siendo acuciante.

Las posibles medidas de reducción de emisión de gases contaminantes han asustado a los empresarios, que temen mayores regulaciones en un panorama económico incierto, en el cual 16 millones de norteamericanos están sin trabajo.

Cifras difundidas recientemente indican que en este país, como promedio, seis personas pujan por un mismo empleo, situación a la que se llegó con la desocupación de alrededor de siete millones de ciudadanos más desde que comenzó el estado de recesión.

Obama ha sido muy criticado por enfocar sus miras en tantas direcciones: reformas de salud, educativa, generación de energías menos contaminantes, así como las propuestas con vistas a la cumbre sobre cambio climático en Dinamarca.

Los expertos creen que debería concentrarse en la crisis heredada de su antecesor, la mayor presión desde que llegó a la Casa Blanca en enero de este año y que materializa el drama del desempleo en toda su magnitud.(PL)