Espera Zelaya contacto con mando militar hondureño

La Habana, 24 jul.- Manuel Zelaya, Presidente constitucional de Honduras, permanece en la línea fronteriza de Las Manos, a la espera de comunicarse con el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de su país.
   
Zelaya ingresó hoy a suelo hondureño, acompañado de miembros de su Gobierno, incluida la Canciller Patricia Ramos y cientos de sus seguidores, procedentes de Nicaragua, o que se le unieron en el paso fronterizo.
   
El mandatario legítimo está amenazado por las autoridades golpistas de ser apresado en territorio hondureño.
   
Miguel D´Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU, dijo a Telesur que aprobaba la decisión de Zelaya de volver a su país.
   
En contraste, Hillary Clinton, secretaria norteamericana de Estado,  calificó de imprudente ese paso, de acuerdo con un despacho de la agencia de prensa estadounidense AP.
   
Un cable de Notimex afirma que el regreso de Zelaya a Honduras mantiene paralizada a toda la nación centroamericana, cuyos habitantes siguen en las calles.
   
El dignatario legítimo cruzó la zona limítrofe entre Nicaragua y Honduras para conversar con un comandante del servicio de inmigración, pero al parecer este le pidió dirigirse a oficiales de mayor autoridad para resolver la situación, reporta Prensa Latina.
   
Precisa la fuente que la policía mantiene retenes en el camino entre las localidades de El Paraíso y Las Manos para evitar que una masa mayor de pueblo se una al gobernante depuesto por una asonada militar el pasado 28 de junio.
   
Telesur ofreció imágenes en las cuales se observa cómo las fuerzas represivas mantienen la tensión, al efectuar disparos y lanzar bombas lacrimógenas en la zona de El Paraíso.
   
Allí, la familia de Zelaya logró rebasar la primera de siete barreras interpuestas en los 12 kilómetros que la separan del punto de Las Manos, con la intención de reunirse con el Presidente.
   
A través de Telesur, la madre, esposa e hijos del mandatario constitucional recordaron a los militares y policías que los uniformados son parte del pueblo y provenían de él, y les solicitaron abstenerse de cumplir órdenes nefastas. (AIN)