Fakir Susan: Un atrevido con suerte

Fakir Susan: Un atrevido con suerteEl deseo de ver nuevamente a su hija Susan Correa, llenó de ideas la vida de Frank Correa, quien se dispuso a hacer algo mucho más motivador para llenar el vacío de la ausencia. Ya el quehacer profesional había dado pasos de avances en el periodismo, la locución, como licenciado en Cultura Física, técnico medio en soldadura y otras cosas más, como él mismo afirma.

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“Aunque me había preparado gracias a la Revolución, le pedí a la vida que me diera la luz, la llama del conocimiento, y sobre todo volver a ver a mi retoño. Esa cosa espiritual ya la tenía dentro, me lo había tomado muy en serio”.

El 20 de octubre del 2011 fue un día decisivo para este cubano. “Cuando miraba el canal Multivisión presencié un superhumano, el cual se clavaba un clavo por la naríz y en una película vi otro superhumano introduciéndose una espada por la boca. Fue entonces que algo superior a mí me hizo levantarme del asiento, salir a la calle, tomar la acera opuesta e ir hacia donde estaba un profesor de esgrima y solicitarle un florete, arma esta que sin mucha dificultad y de una sola vez logré introducir por mi vía digestiva hasta el estómago. Me sentí altamente motivado”

“Sin esperar más, tomé algunos clavos- comentó- y me los introduje por la naríz; cogí un rayo de una llanta de bicicleta, le hice punta en uno de los extremos, atravesándolo por mi cara; tomé una aguja de coser y cosí mi boca; también aprendí a mover los ojos, independiente uno del otro”

“Con estas cosas a las que me atreví, partí de mi natal Morón, a la provincia de Ciego de Ávila y de inmediato a la capital de nuestro país, en busca de respuesta, pero fue en Trinidad, provincia de Sancti Spíritus, donde fui audicionado por una empresa llamada TurArte de la cual soy plantilla todavía, aunque ya no ejerzo por allí, lo haré en algún momento”.

Luego retornó a Ciego de Ávila donde la empresa de Artes Escénicas, lo audiciona por segunda ocasión. Con ese resultado se le hace un contrato para trabajar en el turismo internacional, en la cayería norte de la provincia avileña, donde actualmente labora. “Vine a Santa Cruz del Sur acompañado de Yosvani de Francisco Ballester, El Pitufo de la Risa, quien me hizo la propuesta. El es un carismático actor, humorista y representante de la empresa nacional Caricatos, en La Habana. Esta es mi primera actuación ante un público a instancia nacional”.

“Pude ver a mi hija transcurridos cuatro años sin abrazar, ya que reside fuera de Cuba. Pude besarla, decirle que la quiero, frente a frente. Todavía en ese momento no era artista profesional, pero le dijo que si lo lograba llevaría su nombre, y es por eso que me hago llamar cuando actúo Susan El Sobrenatural.

Lo que pude apreciar en el cine Najasa fue algo inolvidable, una experiencia única, a pesar de ser mi primera presentación ante el público. Todas las lunetas se llenaron, incluyendo los laterales de la sala de esa institución. Te reitero que es una experiencia increíble. Aunque empecé por el turismo internacional, te aseguro que lo vivido en este pueblo costero fue algo muy lindo. Seguro estoy que cuantas veces actúe, el cine Najasa se repleta de niños y pueblo agradecido”.

“Mi carrera va en una espiral vertiginosa, algo inconcebible en el mundo del arte. Al salir de Morón para La Habana, cuando aún no era artista profesional se me propuso actuar en Cruceros. Me han ocurrido cosas increíbles: ya hay personas en el exterior interesadas en mi espectáculo. Lo que hago es un suceso. En Cuba soy único.

En el mundo no conozco otra persona con tantos números como yo y que se dejen tocar por el público. Hago mi magia todo con suficiente luz, aunque realmente se llama faquirismo. Esta es una especialidad en que el ser humano mortifica su cuerpo con duros ejercicios sin daño alguno. No tomo medicamentos, ni antes ni después de salir a escena. Sólo hay en mi pura fe. Como mismo me inicié continúo. Ofreciendo salud y economía a cada lugar donde llego”.

Esos arriesgados números no deben afectar mi salud. No debe ocurrir. Es increíble la respuesta de los médicos en mi provincia. Se reunió un equipo de seis médicos y diagnosticaron que lo que ocurre en mi organismo no es natural: es una cosa sobrenatural, sobrehumana… la palabra es esa, sobrehumana. Quienes más se enfocan en mi labor artística son los médicos, se quedan perplejos. Porque tú puedes soportar un dolor, pero yo no lo soporto, no lo siento cuando actúo, en la vida cotidiana si me doy un golpe me lamento, sangro también, se me inflama un miembro.

Soy una persona bastante centrada en lo que hago. No haría nada que no sea lo que practico, aunque no tengo estudios sobre el tema, si sueño con pertenecer a alguna empresa que me haga un estudio fisiológico, y se me propongan nuevos números. Pero ya ese comienzo mío, tan espontáneo sin estudios, no volvería a ocurrir.

Tengo 12 números montados, muy bien concebidos, muy peligrosos. Puedo decirte que las pulsaciones las pongo en una cifra cercana a cero, no siento nada. Hago un abandono total del cuerpo, y no me permito que mi organismo sienta que factores externos lo están agrediendo, para que no llegue al cerebro ninguna información.

Hay personas que me han dicho no creen lo que están viendo, a pesar de que me place llevar público al escenario, no para que testimonien, sino para que ejecuten muchos de esos números en mi cuerpo. Yo a ellos no los conozco, ellos a mí tampoco.

“No dije adiós al periodismo, a la locución y al resto de las cosas que aprendí antes de convertirte en lo que soy, claro que no. Todas estas cosas las sigo ejecutando. Cuando termino de tragarme las espadas, declamo un poema, de hecho lo he hecho aquí con motivo del Día de los Enamorados, poniendo en práctica todos los requisitos de la locución, la cátedra cubana de locución. Sigo haciendo periodismo, sigo siendo entrenador de artes marciales. En el turismo no sólo hago el espectáculo, también imparto clases de yoga y tai chi.

Yo siempre estoy aprendiendo aquello que no conozco, y que me cuesta trabajo aprender. Por ejemplo, ya me compré una guitarra. Los poemas los declamaré en francés e inglés acompañado de una guitarra acústica. La autopreparación la logro a través del espectáculo. No tengo elección por una sola temática, aspiro en los venideros años, ya tengo 45 de edad, poder llegar con habilidades físicas, mentales y espirituales hasta el último día de mi vida.

Quiero ser ejemplo no solo en el plano personal, sobre todo en el familiar, en el nacional y en el internacional. Quiero vivir la vida intensamente. No hago abuso de mi fama ni lo haré nunca. Cuando lo que se hace es con fe, con amor, sin mala intención sobre los seres humanos, se pueden alcanzar grandes metas”.

“Siempre les digo a los infantes, que no vayan a repetir en sus casas o en su tiempo libre lo que van a ver. No se lo recomiendo a nadie. Ni siquiera estoy capacitado para dar clases, ni dar consejos, de cómo hacer lo que yo ejecuto. Soy un atrevido con suerte. Le doy un consejo a la población: guíe su energía hacia su don, hacia su sueño. Hay una semilla que germina dentro de cada cual, sólo es cuestión de despertarla.”

Hay que escuchar los consejos de los padres, del anciano de la cuadra, al maestro, a Fidel y Raúl. Hay que leer y conocer de Martí, de los próceres de la América nuestra. Escuchar a los líderes del mundo. Hay que tomar la inspiración de todo eso. No debemos imitar a nadie, lo importante es ser uno mismo. Encuéntrese consigo mismo, póngase metas”. (Radio Santa Cruz)