Cuba garantiza estructura sólida contra posibles efectos radioactivos

La Habana, 1 dic. – En Cuba existe una red de vigilancia radiológica ambiental que tiene incorporados detectores de radiactividad en tiempo real, declaró una científica del Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR) de Cuba.

Dicha red se encarga de monitorear la posible presencia de sustancias radiactivas en el pasto, el agua de lluvia y el suelo explicó la directora de esa institución, Gladis López Bejerano.

También cada alimento que sale del país cuenta con un certificado que garantiza la ausencia de sustancias radioactivas, añadió.

Eso mismo ocurre con los productos que se importan, como la leche en polvo, precisó la especialista.

El objetivo del CPHR se encuentra dirigido a minimizar el riesgo de fuga de radiaciones ionizantes, las cuales tienen la energía suficiente para ionizar la materia y entre las que se encuentran las radiaciones alfa, beta, gamma y los neutrones.

Materiales radiactivos se hayan presentes de forma natural en la corteza terrestre, el suelo o las paredes de las casas sin que ello represente un daño para la salud humana.

Pero los trabajadores ocupacionalmente expuestos, como los técnicos de equipos de rayos X, por ejemplo, deben recibir un control, pues el límite de dosis anual que pueden recibir es de 20 milisieverts, señaló.

Servicios como realizar licencias ambientales, así como gestión y tratamiento de desechos peligrosos son otras de las direcciones científico-técnicas del centro adscrito a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Centro de referencia de seguridad y protección radiológica en América Latina y el Caribe, el CPHR está estructurado en varios laboratorios.

Uno de ellos es el de dosimetría externa, que presta servicio de radioinmunoanálisis (RIA), una técnica de laboratorio de examen clínico in vitro, es decir, se extrae sangre del paciente y se estudia en busca de sustancias, explicó.

Otros son el laboratorio de dosimetría interna, pues las radiaciones pueden penetrar a través de la piel o la inhalación, y el de vigilancia radiológica ambiental, que mide los niveles de radiación en el medio ambiente, añadió.(PL)