Transparencia y franqueza, nueva faz en los derechos humanos

Transparencia, abarcadora, participativa: tales son las posturas que  preconiza el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones  Unidas, ante el cual acudirá Cuba el venidero cinco de febrero,  abierta al diálogo y con la frente en alto, a su primigenio Examen  Periódico Universal.
   
Atrás, todo lo indica así, quedan tiempos hegemónicos y perniciosos. La  era de los poderosos (léase países ricos), quienes en nombre de sacrosantas veleidades disponían del inaudito poder de la condena para situar, en el escaño de los acusados, a la mayoría de las naciones del llamado Sur.
   
Inverosímiles resoluciones (espurias, calumniosas y politizadas),  impuestas en nombre de quienes poseen el don del poder, convirtieron a la otrora Comisión de Derechos Humanos de la ONU en campo de confrontaciones y batallas, cuyo epílogo sepultó en el descrédito a esa entidad.
   
Cuarenta y ocho naciones ya han acudido al Examen Periódico Universal (EPU). El venidero cinco de febrero, lo harán la Isla y otros 15 Estados del planeta.
   
El estrenado aparato de ONU, sobre el cual penden los pesados fardos de su predecesor, ha tenido sostén fundacional en la mayoría de los países del globo dado su abarcador espectro geográfico. Tal precepto adecua superiores influencias y trascendencia en los enfoques mayoritarios de los países del Sur.
   
Es este Examen, sin duda, la estructura más novedosa del Consejo. A su justa evaluación deberán someterse, cada cuatro años, la totalidad de los Estados integrantes de las Naciones Unidas, sin excepción. Ante ese órgano deberán rendir cuenta en materia de derechos humanos y en absolutas condiciones de igualdad.
   
Tres horas de diálogo recíproco, como promedio, deviene el  tiempo en el cual se evalúa la información mostrada por el país  analizado y los integrantes del sistema de la ONU que deseen concurrir mediante la formulación de interrogantes, acotaciones, sugerencias o encomiendas.
   
Las conclusiones del debate son formuladas mediante informe que acoge el Grupo de Trabajo del Consejo de Derechos Humanos. A modo de viabilizar el procedimiento, incluida la nación examinada, se establece un trío (elegido por sorteo), el cual acompaña todo el proceso. En el examen de Cuba, la troika la compondrán Uruguay, Gabón y Boznia Herzegovina.
   
Varios son los documentos y fuentes de conocimiento para el análisis de cualquier territorio, cuyo documento base es el informe nacional que debe presentar el estado sometido a análisis.
   
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos alista otra información sobre la base de las pesquisas del Sistema de las Naciones Unidas, así como un compendio preparado por ese órgano sobre la base de
tributos suministrados por organizaciones de la sociedad civil.
   
El canciller Felipe Pérez Roque, declaró en La Habana que Cuba acudirá al examen "con la frente en alto, la conciencia limpia y la verdad en la mano". Tanto es así, que el informe ya circule por la red de redes y se expende un tabloide al alcance de toda la población.
   
En la elaboración del texto, además de los organismos e instituciones estatales consultadas, se recogen los criterios de unas 300 Organizaciones no Gubernamentales de la Isla.
   
"Solo el diálogo respetuoso, dijo el titular de exteriores cubano,  basado en la no selectividad, la imparcialidad y la no discriminación,  es el único camino factible para la cooperación internacional". (Por Marcos Alfonso)