Al filo del machete ¡hasta la victoria siempre!

Ernesto Guevara y Antonio MaceoQuizás fue la casualidad la que determinó que el inicio de la existencia de dos hombres extraordinarios coincidiera en una misma fecha; dos valientes que por la fuerza del carácter, el empeño de su voluntad, y el coraje a toda prueba, se unieron en el tiempo, aunque la distancia ocupara más de ocho décadas.

No tuvo en cuenta el destino el sentir de un único ideal, forjado en los más nobles principios de solidaridad, humanismo y libertad.

Aún así, hoy distinguimos en la memoria  histórica del pueblo cubano al General Maceo, cabalgando en su corcel blanco, compañero de cientos de batallas, al Titán de Bronce, uno de los pilares de la histórica invasión, tan fuerte de brazos como de ideas, gallardo y poderoso, llevando a sus soldados al frente del combate, enérgico inclaudicable en la Protesta del Zanjón.   

Y le siguen los pasos en la historia el médico-soldado, el internacionalista, el argentino de cuna, el cubano por derechos, el hombre del futuro, paradigma de revolucionario, el Guerrillero Heroico. Desde Tuxpan a La Sierra Maestra, en la Crisis de Octubre, en Punta del Este, de La Habana a La Higuera, definitivamente en Bolivia ¡Hasta la victoria siempre!

Cabalgarán unidos Maceo y Che en el legado que ofrecieron a las generaciones de ayer, hoy y siempre, en marcha perenne como gigantes de la acción y la palabra, y dondequiera florecerá su ejemplo: en los llanos, en los ríos, en el viento,  por La Sierra, por Los Andes, al filo del machete, con la adarga al brazo, vibrando en cada soplo de victorias, en cada clamor de justicia, viviendo en cada corazón que luche por un ideal de libertad y un futuro mejor.  (Por: Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz).