Economía global: cambio de juego

Economía global: cambio de juegoLa crisis que estalló en los Estados Unidos en 2008 y se extendió rápidamente entre sus socios, pudiera llegar a significar el final del capitalismo global, de ahí que un buen número de estudiosos  proponga cambios sorprendentes entre la lista de naciones cabeceras en el terreno económico.
  
No es un asunto difícil de comprender. Si se pasa una ojeada a la marcha de las economías de las potencias imperiales, se hace claro que la debacle persiste.
  
Resulta así, entre otras cosas, porque los fundamentos del sistema se están desgastando con extrema celeridad y en vez de atinar a la reforma o a medidas que incentiven la disciplina y el control internos, los gobiernos no hacen otra cosa que saquear los fondos para apuntalar a los eternos tahures de los universos bursátiles, financieros, crediticios o inmobiliarios, entre otros grandes responsables del caos.
  
Por añadidura, cada multimillonaria erogación debilita las ya escasas y deprimindas políticas sociales y dejan sin asidero a los restantes actores económicos, que no tardan en ralentizar la marcha o, sencillamente, detenerla. Es lo que ha venido sucediendo precisamente en estos 48 meses de angustia.
  
Mientras, naciones de economías emergentes que han trabajado con mayor responsabilidad fiscal y han protegido y apoyado a los sectores que realmente generan beneficios tangibles, empiezan a despuntar en la lista donde antes mayoreaban los eternamente privilegiados.
  
Así, según estudio aparecido en el sitio WEB ALAI, América Latina en Movimiento, se asegura que a partir del análisis del llamado Producto Interno Bruto (PIB) medido en Poder de Paridad de Compra (PPP), indicador que “elimina el problema monetario que subyace a partir de las variaciones de los tipos de cambio”, Brasil salta este propio año de la novena economía del mundo al puesto siete, dejando atrás a Italia, Francia y Gran Bretaña.
 
Mientras, China, que ya desbancó a Japón como segunda economía mundial, será capaz con su PIB-PPP, de colocarse en el lugar cimero global para 2016, desplazando definitivamente a los Estados Unidos.
  
La India podría imponerse a los nipones para 2012 y ubicarse en el tercer puesto global, debajo de la segunda posición que hoy ostenta Beijing.
  
De manera, precisa la citada fuente, que los próximos años representarán “un cambio fuerte en la balanza económica mundial, ya que el antiguo y selecto G-7 contará con tres viejas potencias: Estados Unidos, Japón y Alemania, al tiempo que sus restantes cuatro líderes serán China, la India, Brasil y Rusia, precisamente las naciones integradas en el grupo de concertación que se ha denominado BRIC.
  
Desde luego, explican los pronósticos, esta transformación económica global tendrá inmnediata y directa repercusión política, con el necesario e inevitable avance del multilateralismo por encima de las prácticas hegemonistas de Washington, cada vez más caducas e impotentes.
  
Entonces, las cifras y las perspectivas están sobre la mesa y, lo más importante, no son ni inventadas ni exageradas. (Por Néstor Núñez, AIN)