Trasplante renal, una realidad en Cuba

Trasplante renal, una realidad en Cuba La Habana, 15 may. – En los últimos años Cuba ha conferido una decisiva prioridad a elevar el nivel científico de los profesionales de la salud y adquirido la más avanzada tecnología en beneficio de la asistencia médica.

Aunque para ello debió dedicar considerables esfuerzos y recursos, esto permitió que los índices sanitarios de la isla sean tan avanzados, y en algunos casos similares a los de países muy desarrollados.

Aspectos como la mortalidad infantil (4,8 en 2009), el incremento de la esperanza de vida al nacer, el programa de vacunación, que protege a los niños cubanos de 13 enfermedades, y otras muchas estrategias desarrolladas, son vistos hoy como parte de la cotidianidad.

Sin embargo, un proceder altamente costoso y complejo como es el trasplante de órganos, es también una realidad en Cuba; una técnica que se realiza de manera gratuita a todo aquel que la necesite, sin distinción de raza, edad o credo, gracias a la voluntad política del Estado cubano.

Destacados son los avances obtenidos en esa área de la medicina, en particular en trasplante renal, hepático, páncreas y de células hematopoyéticas.

Solo en el caso de los trasplantes renales, en la isla se han realizado más de cuatro mil 600 con muy buenos resultados, indicó el Doctor en Ciencias Julio Valdivia, presidente del Comité Organizador del VII Simposio de Nefrología clausurado la víspera en La Habana.

Esta actividad comenzó en Cuba el 24 de febrero de 1970, con donante cadáver. En 1979 se inicia el trasplante renal con donante vivo emparentado y de primera línea (padres, hermanos o hijos).

Actualmente en la nación existen 47 servicios de nefrología, que cuentan con unidades de diálisis, nueve centros de trasplante renal y 63 de obtención de órganos, explicó el especialista.

El trasplante renal es la mejor alternativa de tratamiento para los pacientes con enfermedad renal terminal y ofrece los mejores pronósticos. Sin embargo, la prevención y control de los factores de riesgo, un diagnóstico precoz y tratamiento temprano, puede demorar la aparición de la dolencia, aseveró Valdivia.(PL)