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Trabajadores cubanos: el derecho a ser consultados

Trabajadores cubanos: el derecho a ser consultados La Habana, 1 may. – El anuncio de que los cubanos serían consultados sobre la propuesta gubernamental de aumentar la edad para la jubilación fue recibida a nivel internacional como una novedad en 2008 y tal vez un lujo que se gastaba la isla caribeña.

Los hechos y la historia de la Revolución de 1959 evidenciaron que la noticia no era ni lujo ni novedad, era la ejecución de un derecho reconocido a los más de cinco millones de cubanos que forman actualmente la población económicamente activa.

Refrendada en la Constitución de 1976 y en las leyes de la nación de 11,2 millones de habitantes, la consulta a los cubanos ha sido una de las fortalezas del proceso de cambios del país, desde aquellas emblemáticas Declaraciones de La Habana de 1960 y 1962.

En ambos casos miles de cubanos reunidos en la capital cubana apoyaron públicamente la política exterior de la Revolución liderada por Fidel Castro en rechazo a las agresiones de Estados Unidos y de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos de la época.

Otro momento crucial lo fue, sin dudas, la celebración de los llamados parlamentos obreros en 1993 y 1994, los años más álgidos de la crisis económica de la isla, con el propósito de debatir sobre un proyecto económico que preservara el socialismo.

Ya en 2008, ante las evidencias del envejecimiento de la población, las autoridades cubanas anunciaron la determinación de modificar la ley de seguridad social para aumentar la edad de jubilación y, por consiguiente, los años de servicios.

Lo cierto es que entonces, y hasta ahora, Cuba ha sido el único país en someter a consulta el asunto antes de aplicar la legislación desde 2009, la que incluso amplió su universalidad al extender las protecciones a trabajadores vinculados al sector privado.

El camino transitado por la nación antillana fue diferente al adoptado por otros gobiernos, como la mayoría de los europeos, que dejaron de ser garantes de la seguridad social ante el galopante envejecimiento poblacional.

Cuba no está exenta de ese fenómeno, pues está entre los 50 países del mundo con mayor proporción de personas con 60 años o más, lo cual representa el 16,6 por ciento de sus habitantes, y se estima que en el 2025 podría llegar a 26,1.

Al incremento de la esperanza de vida en la nación se sumó la baja de la natalidad, achacado aquí al desarrollo profesional y social de las mujeres y también a los problemas habitacionales en un país con déficit reconocido de medio millón de viviendas.

La ampliación de la edad de jubilación en cinco años para los dos sexos, ahora 60 para las mujeres y 65 para los hombres, se producirá en siete años, hasta 2015.

Los años de servicios se elevarán paulatinamente hasta completar los 30, de 25 que eran hasta 2008.

Pero la ley también elevó las prestaciones al cambiar la base de cálculo, además de autorizar más de una pensión por persona, en caso de viudez para cónyuges y a los huérfanos por la muerte de ambos padres.

En todo caso la consulta a los trabajadores por el tema de la seguridad social forma parte de una tradición establecida con otros temas trascendentales como el rediseño del modelo económico del país para el que se ha llamado a la ciudadanía a participar.(PL)