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MAS consolida unidad frente a división de derecha en Bolivia

La Paz, 20 ene.- La consolidación de la unidad del Movimiento al Socialismo (MAS) contrasta hoy con las pugnas electoralistas que resquebrajan al mosaico de fuerzas que apoyaron el golpe que obligó a renunciar al presidente Evo Morales.

La nominación del economista Luis Arce Catacora como candidato presidencial y del intelectual indígena David Choquehuanca como postulante a la presidencia, expresa una confluencia entre los sectores medios y los indígenas y otros sectores populares.

Los postulantes, cuya nominación fue anunciada ayer por el exgobernante indígena en Buenos Aires, han sido ministros y cercanos colaboradores de Morales desde el inicio de su gobierno.

Arce, de 56 años. fue el primer ministro de Economía del gabinete de estreno presidencial de Morales, en enero de 2006, y ejerció el cargo hasta diciembre de 2019, con un paréntesis entre junio de 2017 y enero de 2019, y ejecutó la exitosa política económica de ese gobierno.

Destacado intelectual y político aymara, Choquehuanca, de 58 años, fue canciller de Morales por 11 años, desde el comienzo de su gobierno hasta 2017, tras lo cual se desempeñó hasta 2019 como secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Frente a la conducta y los antecedentes racistas de los miembros del gobierno de facto, el MAS opuso así un binomio que representa a los indígenas y a lo que Evo Morales calificó como ‘blancos sanos’ de las ciudades, al anunciar ayer el binomio y resaltar sus virtudes..

El tercer precandidato, Andrónico Rodríguez, según versiones periodísticas, sería postulante a primer senador por el departamento central de Cochabamba. Morales reconoció la gran popularidad del dirigente popular e intelectual, pero señaló que, a los 30 años, es aún muy joven para tentar la presidencia.

Morales orientó a los dirigentes del MAS a proponer un acuerdo que brinde garantías a los partidos de derecha para hacer campaña en el Chapare, Cochabamba, un territorio donde el apoyo al líder indígena es masivo, y al MAS para hacerla en el departamento oriental de Santa Cruz, bajo hegemonía derechista y racista.

Frente a las iniciativas unitarias del partido de Morales, las ambiciones por el poder se traducen en una creciente división del campo favorable al golpe y fracasan los llamados de la presidenta del régimen de facto, Jeanine Áñez, a formar un bloque único para poder derrotar al MAS. (Prensa Latina)