La ovodonación, opción para parejas infértiles cubanas

El perfeccionamiento del sistema de atención a la pareja infértil es una de las 76 medidas de la política para enfrentar el envejecimiento poblacional.

La ovodonación, técnica de reproducción asistida que se asemeja a la fecundación in vitro, solo que en vez de usar los ovocitos de la paciente se utilizan los óvulos de una donadora, constituye un tratamiento que se practica en los cuatro Centros de Alta Tecnología que existen en Cuba.

Sobre la ovodonación comentó el especialista de II grado en Ginecología y miembro del Grupo Nacional de atención a la Pareja Infértil, Luis Antonio Farramola Bello. “Hace cinco años que en el país se comenzó a practicar con el fin de brindarle un servicio a las mujeres por encima de los 38 años o a aquellas mujeres jóvenes que tengan como diagnóstico un fallo ovárico”.

Las pacientes que requieren la ovodonación fueron captadas en la atención primaria de salud, pasaron a las consultas provinciales con el diagnóstico de un fallo ovárico y llegan a los Centros de Alta Tecnología.

A las características de las donantes se refiere el Doctor Farramola, quien labora en el Centro de Reproducción Asistida del Hospital América Arias.

La ovodonación, opción para parejas infértiles cubanas“Hay dos tipos de donantes, de acuerdo a las características de cada paciente; está el donante familiar, que es aquel que trae la paciente, generalmente muchachas jóvenes, hermanas, sobrina o primas, menores de 33 años, con un estudio normal, capaces de donarle el óvulo a su familiar. El otro grupo de donantes son las altruistas, que son muchachas jóvenes, también por debajo de 33 años, que se encuentran esperando una fertilización in vitro, por un factor tubárico puro, que donan sus óvulos para una mujer, de forma voluntaria, previo consentimiento informado. Todo es anónimo, la pareja nunca conocerá de quien recibió lo óvulos, ni la otra a quien los donó”, explicó el galeno.

Se trata de un proceso complejo, que requiere tratamiento multidisciplinario, en el que intervienen endocrinología, ginecobstetricia, genética, laboratorio, psicología. “Generalmente son mujeres que llevan años intentando concebir y que apuestan por ser madres y por tanto las normas jurídicas deben darle seguridad en el futuro”.

“Existen pautas legales, tanto para el donante familiar y el altruista. Ambas firman un consentimiento informado, en el que aceptan que está entregando los óvulos de manera voluntaria, gratuita y desinteresada. En un futuro no podrán reclamarle a la pareja, los hijos, sobre todo, son más frecuente en los donantes familiares que sí conocen a quien entregaron sus óvulos”.

En el 2018 en el sistema de atención a la pareja infértil se lograron tres mil 787 embarazos y en el primer semestre de 2019 ya se han concebido tres mil 293. Estimular la fecundidad permitirá acercarse al reemplazo poblacional.