Firma tecnológica china termina sinfonía Inacabada de Franz Schubert

Londres, 7 feb.- Conocida como la Inacabada, la sinfonía número ocho del compositor austriaco Franz Schubert muestra un probable final, gracias a un algoritmo desarrollado por la compañía tecnológica china Huawei.

 

Schubert, considerado un enigma tanto por su corta vida (31 años) como por su intensa carrera, escribió esta pieza para la Sociedad Musical de Graz en la Viena romántica de principios del siglo XIX y aunque llegó a componer nueve sinfonías, la ocho nunca logró terminarla.

La Inacabada o Sinfonía en si menor, constituye una de los mayores misterios sobre la obra para orquesta de Schubert, durante años se han generado disímiles teorías como la pérdida de la segunda parte y actualmente regresa al escenario de polémica con todo su simbolismo, de la mano de la inteligencia artificial de Huawei.

Con la interpretación de la English Session Orchestra bajo la dirección de Julian Gallant, la presentación oficial de la pieza completa, tendrá lugar el 11 de febrero en una audición privada en el Cadogan Hall de Londres, Reino Unido.

De acuerdo con un comunicado de la compañía de la nación asiática, la versión fue creada mediante el uso de un modelo de inteligencia artificial que se beneficia directamente de la tecnología de procesamiento neuronal que aplican en sus móviles.

‘A partir del timbre, el tono y el compás de los primeros movimiento conservados, el modelo generó una melodía para los inexistentes que debían continuar, posteriormente, Huawei trabajó con el compositor Lucas Cantor para fijar una partitura orquestal de la melodía en la línea que presumiblemente buscaba entonces Schubert’, explica la nota oficial.

Esta no es la primera vez que se utiliza la tecnología para crear o dar continuidad a una pieza, ya en Estados Unidos se muestran resultados de experimentos similares que a decir del compositor español José María Sánchez-Verdú pretenden ‘sustituir la mente y la creatividad de un compositor mediante procesos algorítmicos desarrollados por una máquina’.

Para los especialistas, desmontar la obra Schubert con herramientas tecnológicas constituye una ofensa a uno de los músicos más sensibles, refinados y originales de la historia, así como a otros compositores que han intentado completar la Sinfonía número ocho.

‘La mente y la fantasía humana juegan con muchos más aspectos de los que pueda desarrollar cualquier programa informático, en términos estadísticos, de algoritmos y posibilidades, se podrán crear este tipo de trabajos y de forma correcta pero no será igual’, refieren los especialistas.

Para la crítica los aspectos estéticos, sociales, personales y otros muchos, como lo original, lo sorpresivo, lo audaz, lo imperfecto, lo psicológico y psiquiátrico, hasta el concepto de error como herramienta, son aspectos consustanciales a la mente de un creador, no de una máquina’.

Mientras la invención registra varias opiniones de detractores, para otros músicos, esta constituye una oportunidad para mezclar dos áreas fascinantes del conocimiento y la creación, propicia un nuevo marco de estudio y de cierta manera enriquece el espectáculo con la modernidad de los tiempos actuales.

Schubert fue uno de los principales exponentes de principios del romanticismo musical, continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven devino en un gran compositor de música para piano, de cámara y orquestal así como antecesor de la canción moderna.

En su corta vida logró componer una obra musical excelente, escribió más de seiscientos lieder (breves composiciones para voz y piano), de los cuales gran parte, después de su fallecimiento, quedaron inéditos.

Figuran entre sus obras más reconocidas Misa en la mayor, El rey de los elfos, Los amigos de Salamanca, Alfonso y Estrella, La guerra doméstica, Wanderer-Fantasie, D. 760, para piano solo (1822), el ciclo de lieder La bella molinera (Die schöne Müllerin) (1823), La muerte y la doncella y Winterreise.