Fidel: contigo hasta la muerte

El lunes 13 de julio, después de lo ocurrido en Palacio con el presidente Urrutia –quien sospechosamente tenía preparados paquetes y maletas junto a su esposa–, aparentemente todo estaba en calma.

En el periódico Revolución solo aparecía que Fidel había asistido a una asamblea de capataces de la construcción que laboraban en las obras de La Habana del Este. A las 12 del día, CMQ Televisión transmite en vivo una entrevista al presidente Urrutia, que le hace en Palacio Luis Conte Agüero.

Preocupado por conocer la marcha de los preparativos para el acto del 26 de julio, el día 15 Fidel visita varias dependencias oficiales. En el Monumento a José Martí, Fidel estudia detenidamente la mejor forma de ubicar la plataforma que ha de servir para los oradores. Después visitó el edificio de la Biblioteca Nacional y observó desde allí todo el panorama. Posteriormente sugirió que la terraza fuera utilizada como tribuna para el acto.

Al día siguiente, en el aeropuerto José Martí, Fidel y Raúl reciben a Raúl Roa, ministro de Estado, quien regresa de Estados Unidos después de haber ganado una importante batalla en el seno de la Organización de Estados Americanos. El gobierno trujillista había tratado de sentar a Cuba en el banquillo de los acusados y Roa se convirtió en acusador de la autocrática política de Trujillo.

Los pronunciamientos de Urrutia en la entrevista publicada provocan incertidumbre en el pueblo y sus ataques a dirigentes del Gobierno estimulan las embestidas de la prensa reaccionaria. Había que tomar una decisión para que la Revolución marchara como requería.

En las primeras horas de la madrugada del viernes 17 de julio, Fidel localizó a Carlos Franqui, director del periódico Revolución, y le planteó que renunciaría al cargo de Primer Ministro. La noticia se haría pública a través de ese periódico.

A las 5:00 a. m., Fidel le había orientado a Franqui citar a todos los ministros al Palacio.

En la primera página de Revolución de ese viernes 17 de julio aparece un titular de dos palabras: «Renuncia Fidel» y debajo un subtítulo: «Explicará hoy al pueblo los motivos de su decisión», y luego el anuncio de la conferencia de prensa.

A las 08:00 a. m., aproximadamente, Urrutia se presentó en el Salón del Consejo con un ejemplar de Revolución en las manos, exclamando que eso era un golpe de Estado y Fidel había caído preso o lo habían hecho desaparecer los comunistas.

Desde las primeras horas de esa dramática mañana del 17 de julio, en la medida en que el pueblo y sus organizaciones conocían la noticia, el país se estremecía. La reacción del pueblo es unánime en defensa de Fidel. El pueblo se congrega en los alrededores del Palacio Presidencial, portan carteles pintados por sus manos en los que se lee: «Fidel: contigo hasta la muerte» y «Qué se vaya el otro».

El comandante Raúl Castro Ruz fue el primero en ratificar oficialmente la renuncia de Fidel al hacer acto de presencia en la redacción del Noticiero CMQ, y declarar que Fidel explicaría ante el pueblo de Cuba las causas que lo impulsaron a presentar su renuncia al cargo que ejercía, y agregó que Fidel se había retirado a un lugar donde pudiera meditar las declaraciones que pronunciaría esa noche.

El Partido Socialista Popular hizo un llamado a defender la Revolución y a Fidel.

Por su parte, el Ejecutivo Nacional del Directorio Revolucionario 13 de Marzo presentó su declaración de apoyo a Fidel y le solicitaron que retirara la renuncia.

Como muestra de confianza en Fidel y en la Revolución, desde Yaguajay, ese día 17, parte una columna de campesinos a caballo hacia La Habana, para estar presentes en el acto por el 26 de Julio. (Tomado de Granma)