Base Nacional de Urgencias Médicas multiplica servicios ante la COVID-19 (+Audio)

– Emergencia Nacional, Buenos días. ¿En qué puedo servirle?

Acaba de entrar una solicitud a la Base Nacional de Urgencias Médicas, centro subordinado al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que con un parque de 15 ambulancias se encarga de coordinar y garantizar los traslados de pacientes a centros del nivel terciario de atención, dígase Institutos Nacionales, de la atención a pacientes graves, además atienden la actividad de trasplante de órganos y tejidos y los rescates dentro y fuera del país.

Desde hace poco más de un mes y medio, la Base Nacional de Urgencias Médicas reajustó sus funciones para también ocuparse del traslado de pacientes sospechosos y confirmados de la COVID-19.

La Dra. Tania Torres Peña, directora del centro, comentó que 4 ambulancias han sido destinadas a esta actividad específica.

Hasta el cierre de abril hemos trasladado 163 pacientes relacionados con la epidemia del nuevo coronavirus, 145 sospechosos y 18 confirmados.

Base Nacional de Urgencias Médicas multiplica servicios ante la COVID-19

Antes de la confirmación de los primeros casos en el país, el colectivo se capacitó sobre las características de la enfermedad, la forma de transmisión y el uso adecuado de los medios de protección personal. Además, crearon tripulaciones compuestas mayormente por personal joven y que no padece enfermedades crónicas. Cuatro médicos, 32 licenciados en enfermería, y 16 paramédicos se ocupan de los traslados relacionados con el nuevo coronavirus.

“Establecimos áreas de desinfección y de desechos biológicos. Realizamos un flujograma de evacuación de los pacientes, según clasificación establecida, realizamos también actividades del manejo de la esfera psicológica para nuestro personal”.

Aunque la Dra. Tania, fundadora del Sistema Integral de Urgencias Médicas (SIUM), hace 24 años, acumula experiencias que merecen crónicas periodísticas, en los últimos meses el colectivo que dirige ha realizado maniobras arriesgadas.

El 18 de marzo se realizó la evacuación del crucero británico MS Braemar. Nuestra institución participó activamente, allí en la zona del Mariel. Se realizó el traslado con éxito y el mejor resultado es que ninguno de los trabajadores se contagió. Además, realizamos las dos evacuaciones que se han realizado en nuestro país y ha devuelto a su territorio a dos extranjeros, un estadounidense y un canadiense.

Como promedio se reciben en la mesa coordinadora de la Unidad Nacional de Emergencias Médicas, 15 llamadas para el traslado de pacientes sospechosos y confirmados de la COVID-19. La coordinadora como primera actividad de su jornada conoce la cantidad de camas disponibles en los hospitales destinados a la atención de enfermos del nuevo coronavirus. Al entrar la solicitud, se actualiza la información de las capacidades, se conoce el estado de enfermos a trasladar y por esta cuestión se decide qué tipo de medios de protección utiliza la tripulación. Luego de llegar a la institución receptora, la Dra. Tania, explica que el vehículo se desinfecta en el mismo hospital y allí los médicos, paramédicos y enfermeros se retiran los trajes en un área de desechos biológicos.

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Sobre el tiempo de respuesta, Torres Peña, aseguró que aproximadamente demora 1 hora aunque el plazo de respuesta, varía entre un caso y otro teniendo en cuenta que no es una emergencia, sino urgencia y por tanto paramédicos, enfermeros y doctores deben vestirse con los medios de protección.

Más de 30 grados de temperatura hace en La Habana. Un halo rodea el sol, pero el licenciado en Enfermería, Osniel Pantaleón no tiene tiempo de mirar el cielo. Se viste con ayuda de un compañero en la Unidad Nacional de Urgencias Médicas, ubicada en el municipio centro Habana. Esperan por la ambulancia en un centro de aislamiento para trasladar un caso positivo al Hospital Militar Luis Díaz Soto. Lleva traje blanco, guantes, cubrebocas, gafas. Solo los ojos son visibles a través de los lentes protectores transparentes y es suficiente para mirar el alma de un noble trabajador de la salud.

La profesión de nosotros es de mucho amor por la humanidad. A veces siento que estoy haciendo poco, que podría hacer más. Cuando estás enfermo, con dolores, que alguien esté al lado tuyo diciéndote que te vas a recuperar y que vas a poder salir, es muy gratificante. Ese es el trabajo de nosotros, estar al lado del enfermo.