Bloqueo: daño directo a Cuba y al mundo
La Habana, 18 de oct.-Siete de cada 10 cubanos han vivido en carne propia la perenne amenaza que representa para ellos ese cerco económico, comercial y financiero que es el bloqueo de Estados Unidos, en particular los niños de la Isla, quienes se ven perjudicados, por ejemplo, al no poder recibir determinados medicamentos como consecuencia de tal política agresiva.
En el distante 1960 Dwight Eisenhower, a la sazón presidente de los Estados Unidos, explicaba la esencia de tan abominable iniciativa:
“… no existe una oposición política efectiva en Cuba, por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es mediante el desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas”…
Desde entonces y hasta la fecha, año tras año, su aplicación se ha arreciado. El canciller Felipe Pérez Roque ha sido enfático: “el bloqueo es hoy el principal obstáculo al desarrollo y al bienestar de los cubanos y una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos de nuestro pueblo. El bloqueo pretende rendir por hambre y enfermedades al pueblo cubano”.
Tal política persigue los intercambios y las relaciones humanas entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos, e incluso alcanza hasta terceros. La extraterritorialidad abarca a la mayoría de las naciones en el planeta. En apenas 12 meses, cerca de una treintena de naciones se vieron imposibilitadas de negociar con la Antilla Mayor.
La administración Bush muestra particular fijación con semejante política, que también afecta al pueblo norteamericano.
A 47 años de los dictados de Eisenhower, el obsoleto inquilino de la Casa Blanca, a punto de abandonar la poltrona presidencial, ha declarado:
“… insto a nuestro Congreso a que de muestras de su apoyo y solidaridad a favor de un cambio fundamental en Cuba al mantener nuestro embargo”.
La afamada Alicia Alonso, gloria del ballet cubano y mundial, ha sido diáfana al referirse al bloqueo: “Trabajemos juntos para que los artistas y escritores nacionales puedan llevar su talento a los Estados Unidos, y que a ustedes no les impidan venir a nuestra Isla a compartir sus conocimientos y valores para que una canción, un libro, un estudio científico o una obra coreográfica no sean considerados, de manera irracional, como un delito”.
Por decimoséptima ocasión Cuba someterá a la consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas el tema del bloqueo, el 29 de octubre próximo. Ya el pasado año, 184 países, de los 192 miembros de la ONU, votaron a favor del proyecto que pide la eliminación de tal política impuesta por Washington a La Habana.
Se trata de una afrenta al derecho internacional, así como a los propósitos y principios que se establecen en la Carta de Naciones Unidas.
Expresado con voz de pueblo, como me comentara Eddy Blas Mora, chapista: “El bloqueo nos hace daño, pero a la vez nos fortalece y nos enseña a ser más independientes, a ser más nosotros, a identificarnos y a ser más cubanos. Por eso hemos podido resistir tantos años esa brutal política. (Marcos Alfonso/Servicio Especial de la AIN)