Chucho Valdés y Omara Portuondo deslumbran a críticos españoles

Chucho Valdés y Omara Portuondo deslumbran a críticos españoles Madrid, 21 jul .- El cierre del Festival Internacional de Jazz de Vitoria por Chucho Valdés y Buena Vista Social Club deslumbró a público y críticos españoles que hoy, unánimemente, se congratulan de haber presenciado un espectáculo memorable.

En el diario El País, Jon Ojanguren escribe que con The Afro-Cuban Messengers, Valdés demostró una técnica y gusto exquisito por los sonidos conectados con el jazz latino y las raíces cubanas y califica de sorprendente la actuación de sus cuatro acompañantes.

Junto a Gastón Joya (contrabajo), Rodney Barreto (batería), Dreiser Durruthy Bombalé (batás y voz), resalta el trabajo de Yaroldy Abreu Robles (percusión), de quien dice se salió del pentagrama y dejó atónito al público.

Asimismo califica de gran acierto cerrar el festival de manera insuperable y querer viajar a Cuba mañana con Buena Vista Social Club: La mejor música cubana de toda la historia en uno de los últimos tours que organizan.

De Omara Portuondo, que el crítico considera "una de las mayores estrellas que jamás he visto en un escenario", destaca su capacidad para transmitir su música, su poder de movilizar al público y el cariño. Fue "uno de los mejores cierres de festival que jamás haya vivido", asegura.

Para la publicación vasca Gara, Chucho Valdés y sus Afro-Cuban Messengers demostraron ser una descarga de polirritmo y energía, mientras Buena Vista Social Club agrandó su leyenda deleitando a un abarrotado pabellón.

La noche, agrega, fue un homenaje sentido y festivo a los que nos dejaron: Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Cachaito y Rubén González. Hoy quedan Omara, Elíades, Guajiro Mirabal o Barbarito Torres para seguir erizando la piel a quien quiera escuchar.

De otro lado, en el diario Deia Carlos González afirma que la la 38 edición del festival cerró con el taquillaje agotado y un sabor a Cuba que lo inundó todo de principio a fin con Chucho Valdés y The Afro-Cuban Messengers y Buena Vista Social Club.

De Valdés dice que volvió a demostrar maestría e inteligencia a la hora de respetar sus raíces musicales, llevarlas a su terreno y convertirlas en actuales.

La suerte que tienen sus músicos que le acompañan, agregó, es que Valdés nunca falla y siempre parece estar dos o tres metros sobre el suelo que pisa el resto de los mortales. No faltó ni el fin de fiesta con Mayra Caridad Valdés poniendo su voz al servicio de la causa.

De fiesta de nostalgia, ritmo y experiencia califica la actuación de Buena Vista Social Club con Eliades Ochoa, Barbarito Torres y Papi Oviedo que, asegura, no se quedaron con nada dentro, todo bien conducido por Aguaje Ramos y sostenido por Rolando Luna al piano.

Pero si hubo un nombre propio fue el de Omara Portuondo. Sus 83 años pesan, para qué negarlo. Pero justo porque tiene tanto recorrido pudo en pocos temas dar una lección de cómo se domina un escenario y demostrar que su voz guarda todavía instantes de grandeza, afirma Deia.(PL)