El arte inundó el malecón habanero

El arte inundó el malecón habanero La Habana, 15 may .- El popular malecón habanero cedió espacio al arte contemporáneo en una inusual jornada extendida hasta la madrugada, en la participaron miles de espectadores, a la que 25 creadores cubanos imprimieron magia, colorido y originalidad.

Detrás del muro es el nombre del proyecto colectivo, bajo curaduría de Juan Delgado, uno de los 10 concebidos especialmente para la 11 Bienal de La Habana, en la que están representados 185 artistas de 43 países.

Este domingo, el malecón se convirtió en una galería de artistas de dentro y fuera de la isla, varios de ellos muy jóvenes, con sus singulares propuestas. Algunos miraban atónitos lo que sucedía, otros se apropiaban de las obras como si fueran juguetes.

Performances, instalaciones, intervenciones, esculturas de gran formato, confluyeron en la muestra. La encargada de abrir el proyecto fue la cubana María Magdalena Campos y el saxofonista estadounidense Neil Leonard, con el perfomance Fefa, acompañados por un numeroso grupo que retuvo por instantes a los autos que por allí transitaban.

Durante varios minutos la artista pidió bendiciones para la isla. De sus manos volaron dos palomas en dirección al mar.

Adonis Flores con su instalación Fe; Inti Hernández con su Bancodetodos; Alexander Arrechea con Nadie escucha; Marianela Orozco con su playtime, 10 molinetes que se instalarán día a día hasta el 11 de junio. Cada quien hizo de su obra un espacio para la interacción constante.

Destacamento mirando al mar fue la invitación de Reynier Leyva, autor de una convocatoria masiva para simplemente contemplar por unas horas el mar. Su proyecto, precisó a Prensa Latina, fue registrado por cuatro cámaras.

Aymée García también captó la atención con Pureza, en la que dos mujeres tejían un largo mantel negro para vestir una parte del muro. Tenemos ya 20 metros, estaremos aquí hasta que se nos agote el hilo, declaró una de ellas a Prensa Latina.

Desde el Castillo de La Punta hasta el Parque Maceo, en casi siete kilómetros fue desplegado este mosaico de las artes. El público se convirtió en el mayor protagonista, palpó las obras, las hizo suyas.

Mientras avanzaba la noche, la corriente humana crecía. Muchos se agruparon junto al proyecto Realidad, de Rachel Valdés Camejo, de 21 años, una de las creadoras más jóvenes.

La artista montó una plancha de espejos de 16 metros de ancho por tres de alto, a un extremo de la acera del malecón convertido en una gran pasarela para los que desfilaron por allí. Su intención, explicó a Prensa Latina, es relacionar la dualidad de la vida real y la vida ideal del hombre.

Más que una exposición, Detrás del muro constituyó un gran espectáculo de las artes con disímiles poéticas personales y un mismo objetivo: las prácticas artísticas y los imaginarios sociales, tema al que está dedicada la Bienal. (PL)