A 50 años de la primera serie nacional de béisbol inaugurada por Fidel

A 50 años de la primera serie nacional de béisbol inaugurada por FidelNi siquiera llevaba el nombre por la cual la conocemos hoy, Serie Nacional. La prensa de la época la denominaba Torneo Nacional de Béisbol Aficionado o simplemente el “torneo del INDER”. Con cuatro equipos salidos de las eliminatorias regionales en las seis provincias con las cuales contaba el país.

La tarea, aunque la mayoría de los participantes no se había percatado del todo, era gigantesca. Se trataba de sustituir a la Liga Cubana de Béisbol Profesional, una entidad que vio la luz en diciembre de 1878 y se había mantenido durante 83 años, hasta enero de 1961.

Una liga en la cual jugaron peloteros de gran calidad. Figuras como Martín Dihigo, José de la Caridad Méndez, Cristóbal Torriente -todos miembros del Salón de la Fama de Cooperstown-, y estrellas que brillaron con luz propia en muchas latitudes (bastaría con mencionar a Conrado Marrero) escribieron páginas gloriosas a través de esas ocho décadas de vida de la pelota rentada.

Sin embargo, una Revolución había llegado al poder, con la fuerza suficiente para cambiarlo todo. El deporte, en general, y el béisbol, en particular, no constituían una excepción. Un decreto-ley había borrado de golpe y porrazo toda actividad profesional.

Y el 14 de enero de 1962 el estadio Latinoamericano se veía abarrotado de punta a punta, con 25 251 aficionados intrigados por ver a unos peloteros virtualmente desconocidos, aunque deseosos de brindar un buen espectáculo.

Fue un día histórico. Con el Comandante en Jefe presente. Y un dato curioso: luego de dejarse escuchar las notas del Himno Nacional y el de la Internacional, los cuatro mentores avanzaron hacia Fidel: Tony Castaño (Azucareros) con un bate, Fermín Guerra (Occidentales) con una mascota, Pedro “Natilla” Jiménez (Orientales) con una pelota y José María Fernández (Habana) con un guante, para que el Jefe de la Revolución escogiera la forma de iniciar el torneo, según reseñó el diario Revolución en su información al día siguiente.

Fidel escogió batear y, luego de dos lanzamientos, le conectó un roletazo entre primera y segunda al derecho de Azucareros, Jorge Santín, para dejar inaugurada la primera de nuestras Series Nacionales.

Minutos después, el desaparecido colega Eddy Martin lo entrevistó y Fidel, visiblemente entusiasmado, afirmaba que “la pelota también ha pasado a manos del pueblo. En primer lugar son gente de pueblo, muchos muchachos humildes que han tenido la oportunidad de jugar a la pelota “la pelota se ha hecho más nacional, algo muy importante de este nuevo sistema deportivo es que por primera vez los pueblos del interior -Santiago, Pinar del Río, Santa Clara, Camagüey, Matanzas y muchos más-, han tenido la oportunidad de ver competencias de alto nivel de pelota, antes solo veían juegos de exhibición”.

Más adelante profetizó: “nosotros vamos a tener grandes peloteros y les vamos a ganar a los americanos en la pelota”.

No hubo que esperar mucho tiempo. Siete años después, algunos de estos jugadores que debutaron ese domingo 14 de enero -Andrés Telemaco, Ramón Echevarría, Owen Blandino, este último campeón de bateo- regresaron victoriosos de República Dominicana, sede de la Copa del Mundo de 1969, después de conseguir una espectacular victoria sobre el equipo representativo de Estados Unidos, apoyados por toda la afición dominicana reunida en el estadio Quisqueya que no dejó de gritar ¡Cuba, Cuba, Cuba! y ¡Yankis go home!

Hoy se cumplen 50 años exactos de aquel día. Medio siglo en el cual el béisbol cubano ha escalado hasta lo más alto del podio en innumerables competencias internacionales. Hoy se jugará en ocho estadios y en cualquier lugar donde se pueda lanzar una pelota. Es el mejor homenaje a aquellos pioneros, máximos responsables de que en Cuba se jugara un nuevo béisbol.

(Por Sigfredo Barros/ Tomado de Cubadebate)