Al sur

Mil razones, entre ellas la mía

Mil razones, entre ellas la míaSi hoy puedo contar esta historia con final feliz es, precisamente gracias a la Revolución que triunfó en Cuba el Primero de Enero de 1959. Por eso razones me sobran para defender la obra revolucionaria y socialista que dio sentido a mi existencia.

Con solo ocho años, allá por los setenta, una intervención quirúrgica de gran envergadura, salvó mi corazón y con ello mi vida.

La dolencia, que no permitía la realización de ningún esfuerzo físico, con la connotación negativa que tiene ese tipo de impedimentos en un niño, desapareció de una vez cuando en un frío salón, duendes de verde y blanco, formados por la Revolución, devolvieron al vital órgano, la salud que tanto necesitaba.

Soy consciente del destino que me esperaba si mi familia hubiera tenido que costear esa cirugía. Por suerte el sistema de salud cubano no repara en quién es la persona que va a socorrer, si es blanca o negra, si tiene recursos o no los tiene, si dará algo a cambio…

Por eso, y como siempre lo he hecho desde mi profesión de periodista, seguiré apoyando a Cuba, a su Revolución, al Partido Comunista y a toda esa praxis humanitaria, que no permite que niños enfermos como lo fui yo, renuncien a una vida plena desde temprana edad.

Me complace ser parte de un proceso político social que consiguió iguales derechos para todo su pueblo y que hoy se pronuncia por un futuro mejor, para Cuba y para toda la humanidad. (Daine Torres Corzo).