Al sur

Inclusión de discapacitados en Santa Cruz del Sur favorece su calidad de vida

Julio 2021.- Manuel Loyola es un joven que desde su nacimiento ha convivido con padecimientos que no han impedido su desarrollo en una familia funcional, la cual apoya sus proyectos y perspectivas de vida.

Con 24 años de edad este muchacho estudia los últimos períodos de la carrera de Ingeniería Informática en la Universidad de Camagüey y además es el presidente de la filial santacruceña de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), responsabilidad desde la que dirige a 282 asociados.

Al igual que Manuel, miles de personas discapacitadas en Cuba son insertadas a la sociedad en igualdad de derechos y oportunidades, como un principio del país desde los inicios de la Revolución Cubana. Pero, luego de 60 años, qué acciones se fomentan y cuáles son los logros?

Desde aquel entonces se realizaron múltiples esfuerzos en la Isla para el cuidado de estos ciudadanos y así se reconoce en la actual Constitución de la República, donde se fortalecieron los derechos de estas personas, las garantías para su ejercicio, y las responsabilidades del Estado y la sociedad respecto a este grupo, junto a avances en materia de protección y asistencia social, acceso a la salud, la educación y el empleo digno.

Asimismo, en nuestro país se pondera el valor de la familia, instituciones y organismos en estas tareas, se llama a eliminar barreras arquitectónicas, sociales y se convoca desde las plataformas digitales y los medios de comunicación masiva, a contribuir al favorable y armónico desarrollo de niños y adultos, en un mundo más justo y equitativo.

Tomando estas acciones de partida, de qué manera se ha avanzado en la atención a estas personas en Santa Cruz del Sur.

En este territorio camagüeyano existen cerca de 985 ciudadanos que padecen algún tipo de discapacidad y los mismos están presentes en centros laborales, tanto en oficios, actividades económicas y sociales o en profesiones tan importantes como la de abogado, con lo cual se ratifica la importancia de su desempeño para demostrar su capacidad intelectual en todos los sectores de la sociedad.

A su vez se priorizan en la venta de medicamentos y productos en la red de unidades, cerca de 165 de ellos son protegidos por la Asistencia Social con el otorgamiento de un prestación monetaria temporal que oscila entre 1260 pesos y 4460, según la cantidad de miembros de la familia y la situación económica que presenten.

De igual forma han sido beneficiados algunos con el otorgamiento de recursos como colchones, sábanas, toallas, ropas, otros con un monto subsidiado para la ejecución de una Célula Básica Habitacional de 25 metros cuadrados y otro por ciento de ellos pertenecen al Sistema de Atención a la Familia (SAF), donde tienen acceso a la alimentación a un precio módico.

Antes de la llegada de la COVID-19 los miembros de la ACLIFIM, Asociación Nacional del Ciego (ANCI) y de Sordos e Hipoacúsicos (ANSOC), mantuvieron activa presencia en actividades culturales, deportivas, eventos de diferentes tipos y ahora en tiempos de pandemia, además de que algunos trabajan, otros se concentran propiamente en su cuidado y protección pues constituyen un grupo vulnerable al nuevo coronavirus.

A pesar de lo mucho que se ha hecho, en Santa Cruz del Sur debe continuar la atención priorizada a las personas con discapacidad, a sus necesidades y reclamos, a multiplicar esas acciones para elevar su calidad de vida y la igualdad de oportunidades, en aras de garantizar la más completa inclusión en la construcción de la sociedad y el desarrollo de plenos derechos, como los disfruta hoy el joven Manuel Loyola.