Vidas santacruceñas entre panteones y nichos

Santa Cruz del Sur, 15 feb. – Existen mujeres y hombres que son imprescindibles por la labor que realizan en la sociedad, tal es el caso de los trabajadores de los servicios necrológicos en Santa Cruz del Sur, quienes están presentes en momentos difíciles en despedidas a nuestros seres queridos, familiares o amigos.

Cada 15 de febrero en Cuba se reconoce a los Trabajadores de los Servicios Comunales, quienes preservan y mantienen limpio nuestro entorno. Es la jornada para agasajar al que limpia las calles, planta las flores, cuida los cementerios y se encuentra, generalmente de forma anónima, en los sitios más insospechados de nuestra cotidianeidad.

Oeldis Sánchez Sánchez y Manuel Matamoros La Rosa comenzaron trabajar en el cementerio de la ciudad cabecera como una alternativa laboral sin muchas pretensiones, sin embargo con el paso del tiempo se fueron adaptando a su quehacer y hoy se muestran satisfechos y felices por la elección.

Para Reinaldo Viamontes La Paz, el principio fue muy difícil porque tenía un poco de temor, pero gracias al apoyo de sus compañeros ha logrado tomarle amor al trabajo, además le complace embellecer y mantener limpia cada área.

Los caminos de la vida llevaron a Frank Roca Torres a ejercer una labor que nunca imaginó, mas, ahora no concibe su vida alejado de este lugar sepulcral donde se ha forjado como un mejor ser humano. “Uno se sensibiliza con los dolientes, te pones en su lugar. Convivir a diario con la tristeza, te va curtiendo el alma”, explica.

Al frente de este grupo de hombres, sobresale la delicadeza y la tenacidad de una fémina, Deivis Sosa Castellano, jefa de Departamento de servicios necrológicos en territorio sureño, quien por 19 años labora en el sector. Asegura que “en el trato con familiares y personas en general se establecen lazos de comprensión muy bonitos. De una forma u otra, acompañarlos y apoyarlos en los momentos más difíciles, te hacen sentir útil.”

Al verla interactuar feliz con su brigada pienso en la grandeza de las personas sencillas, quienes hacen de la vida y la muerte un acto de amor.