Una cuidadora de niños en el sector cuentapropista santacruceño


Santa Cruz del Sur, 8 oct .- Una mujer susurra con voz suave en las pláticas y el acento verdoso de sus ojos infunde serenidad. Hace 18 años se convirtió en cuidadora de niños no por carestía económica, sino por algo superior a cualquier moneda: el amor a los infantes.

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Carmen Lastre Pérez tiene el don de haber contribuido a la formación integral de muchos niños y niñas en Santa Cruz del Sur, hoy convertidos en estudiantes universitarios, técnicos, obreros calificados… en fin, personas de adecuado comportamiento social, a lo que ha contribuido esta cuidadora del sector cuentapropista local.

“Tengo una hija, un nieto y otro próximo a nacer. Sin embargo siento la alegría de sentirme rodeada de las intranquilidades grandiosas de esas personitas de distintas edades a las que enseño, según orientaciones dadas por educadoras del círculo infantil “Luis Aldana Palomino”, la psicóloga del centro de salud mental y maestras del grado preescolar que tienen mucho dominio de los objetivos a cumplir en el Programa Educa a tu Hijo, del cual me nutro a través de textos para guiarlos como se encuentra establecido”.

Esta ama de casa, residente en el edificio 12 de la zona en desarrollo constructivo, lleva al pie de la letra un programa de juegos en el grupo múltiple de 10 chiquilines que ahora atiende. Sólo seis se encontraban durante la jornada destinada a realizar el trabajo, pues otros cuatro están al cuidado de sus padres por encontrarse enfermos.

Dailys Menéndez Acuña, asesora jurídica de la Oficina Nacional de Administración Tributaria, (ONAT), aquí, puso a su hija Dailenis bajo la protección de Carmen. “A mi niño mayor también ella lo atendió. Como lo hizo de una manera tan excelente le pedí lo hiciera con mi chiquilina en cuanto salí embarazada… No quería perder la oportunidad. Les crea hábitos y costumbres correctas, además de transmitirles valores humanos vitales como la solidaridad”.

“No es porque sea mi madre pero es una profesional en la crianza de esos bebés, con los que hay que tener mucha calma, dedicación y entrega. A Enmanuel de Jesús, mi niño, lo tiene ella desde la mañana hasta la tarde. Ya me dijo que cuando dé a luz y el párvulo crezca lo necesario, lo incorporará al grupo.

Hay muchas personas, evoca, que por la escasez de plazas en el círculo infantil vienen a pedirle apoyo. Algunas hasta se disgustan cuando mamá les ha dicho que le es imposible porque ya tiene los diez niños como máximo que puede acoger”, comenta Greisy Roca Lastre, profesora de biología en la enseñanza media básica.

Comprendidos entre las edades de un año, dos, tres y cuatro, los activos enanos tienen horario inviolable para la merienda, almuerzo, sueño y el segundo refrigerio a las tres de la tarde. Luego hasta las 4:30 p.m ven un animado programa de muñequitos en la televisión hasta que sus progenitores vuelven por ellos. “No se retiran sin darme un beso, pues el cariño es el mayor patrimonio entre los seres humanos”.

Vilma Beritán Soler, fundadora del Programa Educa a tu Hijo y vecina de la Lastre Pérez, afirma considerarla una educadora “porque tiene lo fundamental: vocación. Nunca la he visto maltratar a un niño ni siquiera alzarle la voz. Posee la idoneidad para esta labor tan sensible. Cuando ha requerido de alguna orientación se la he dado. A cada pequeño lo convierte en modelo de comportamiento”.

“En ocasiones los padres, agregó, dan lugar a que aparezcan algunas malcriadeces en sus hijos que luego se deben de corregir por la cuidadora, la escuela o el propio círculo infantil con la asistencia de la familia”.

Para Carmen, todos los pequeñitos, a su cargo o no, son buenos, “sólo es cuestión de saberlos guiar con el ejemplo, sin faltarles el respeto. Los que saben hablar me llaman tía. Soy su tía querida, así lo refieren, la que les enseña a ser honestos, compartir la merienda, repartirse los juguetes, aprenderse los colores, las vocales, las figuras geométricas y las normas de educación formal. A los que se portan bien los estimulo con un corazón de papel de color azul o verde. Se ponen contentísimos”.

Dailenis Fernández Menéndez prefiere los corazones de color verde. “Son los más lindos para las niñas buenas como yo”.

“Todos los corazones que me gano los guardo en mi casa. No digo malas palabras ni hago llorar a ninguno de mis amiguitos. Los niños no podemos ser abusadores”, exteriorizó feliz Manuel Alejandro Najarro Guerra.

Inspectores de la Salud Pública y el médico y la enfermera de la familia llegan hasta su hogar muy a menudo. “Nunca me han requerido por nada, porque soy estricta con la higiene y el manejo de los alimentos destinados a los bebés. Tengo la contribución de mi esposo Pedro Raúl Roca Torres. Aunque es camaronicultor, si está en casa, atiende a los niños”.

La labor de cuidadora de infantes no es una labor nueva, se encuentra aprobada desde 1993 y estuvo exenta de impuestos. Ya en el 1996, se le impuso una carga tributaria de diez pesos, incrementándose en la actualidad a 80 pesos. Esa es la cuota mínima que se establece y la licencia la otorga la Dirección Municipal de Trabajo.