Trabajan santacruceños por la pluralidad alimentaria


Santa Cruz del Sur, 17 ago .- Los surcos advierten la presencia de los hombres diligentes. Bajo las pesadas botas la tierra se abre seductora. Sobre ella va el deseo que obliga a cultivar para que fructifiquen lo que las manos van depositando en misión perpetua.

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Cada obrero posee grandeza sobradísima en la finca integral de semillas, arraigada en 36 hectáreas en la nombrada zona Punta de San Juan del municipio Santa Cruz del Sur. La que por un tiempo casi llegó a convertirse en Cenicienta ha venido recuperándose del enyerbamiento, sobre todo del maligno Don Carlos, maleza a la que se ataca con mochilas repletas de herbicida y azadones indetenibles.

Aunque sólo se mantienen 20 hectáreas aportando viandas, hortalizas, frijoles y frutas, los resultados, sin embargo, han mejorado en cantidad y calidad debido a la voluntad de los 21 trabajadores directos a la producción.

Yuca, boniato, calabaza, maíz, maní, plátano, malanga, mango de distintas variedades, frutabomba, ajonjolí, quimbombó y cocos revelan vitalidad a todas luces. “Las áreas vacías comenzarán a alistarse antes de septiembre, mes en que se inicia la campaña de frío. En ellas se tiene previsto cultivar frijol del tipo habichuela, boniato, ají, pepino y tomate de ensalada; una parte considerable de esta última hortaliza se destinará a la industria”, informó Roger Junco Nápoles, técnico medio en Agronomía.

El también jefe de producción en el santacruceño predio, comentó sobre las labores organizativas en la casa de tapado, de lo cual fue testigo el reportero. “Una vez creadas las condiciones se pretenden lograr 105 mil posturas de distintos vegetales. Algo muy beneficioso para el pueblo y el patrimonio económico del colectivo agrario”.

Ya se siembran tres hectáreas de yuca y otras dos quedarán dispuestas en breve, las que se dedicarán a maíz. Las atenciones culturales tradicionales: empleo de bueyes, fertilización y limpia manuales y el riego de agua por gravedad, posibilitan, sin obviar los excesivos esfuerzos, conquistar más éxitos.

A Germán Gutiérrez Almarales no hay quien le haga historia sobre agricultura y bueyes. ¡Así mismo es! Aprendí a caminar sobre los surcos. Desde que tengo uso de razón estoy pegadito a la sembradera. Todavía no soy tan viejo; estoy tan fuerte como Blanco, Primavera y Coronel… Son mis bueyes, compay. El trajín rudo me pone como jiquí”.

A jóvenes como Isnael Estévez Samón no los ablandan tampoco las calurosas jornadas. “No le podemos decir que espere a la producción de alimentos y semillas. Nací en el campo y en el campo permaneceré sacándole provecho en favor de la economía socialista”.

Aplicar la resolución 17 relacionada con el pago por resultados, ingresos y menos gastos no ha ocasionado disgustos en ningún trabajador. “Se sienten contentos. De acuerdo al valor de las producciones se le restan los gastos incluídos y del valor neto se determina el estímulo monetario. A los que están directos a la producción se les beneficia con el 60% y a los indirectos se les concede un 20”, explicó Dalgis Pérez Martínez, especialista en Recursos Humanos.

En el transcurso del 2015 se han acopiado 300 quintales de yuca, 200 de plátanos burro enano, macho y fruta, nueve mil mazorcas de maíz, incluidos frutabomba, calabaza, aguacate, diversidades de frijol, semillas de caña y kingrass para alimento animal, entre otros, aportados a la empresa de Acopio local y a la Unidad Empresarial de Base (UEB) en la provincia, dedicada a la comercialización de semillas, a la cual la citada finca integral pertenece hace tres meses.

Se han propuesto los obreros y directivos, donde se realizó el reportaje, acrecentar la pluralidad alimentaria, resultado que contribuiría a mejorar el nivel de vida de su familia. Son los actores principales de una faena que requiere acreditado sacrificio, uso de la ciencia y la técnica sin descontar el fortalecimiento político-ideológico. Trabajar unificados les resulta efectivo.