Al sur

[:es]Revive combatiente santacruceño ingreso a la Asociación de Jóvenes Rebeldes[:]

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Santa Cruz del Sur, 15 may.- La barba y el bigote daban las primeras indicaciones de los cercanos brotes; el cambio en la voz en el joven de 17 años acentuaba su vigoroso desarrollo biológico.

Nelson Nápoles Francés como cualquier cubano honrado, interesado en prepararse para mantener la victoria de Fidel, de todo el pueblo, continúa sintiendo la dicha de la conquista, pues como Martí, es de los que ayuda a crear.

Muchachos como él moralmente dignos, hijos de familias que se habían integrado al proceso revolucionario desde el inicio, fueron elegidos para afiliarse a la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR)  en el segundo semestre de 1959.

“En los primeres meses el grupo estuvo dirigido por Tomás Hernández, después lo comandaron Emilio Moncada, Tomás Verdecia y Aníbal Fernández”, refirió el lugareño.

Sus 22 integrantes de ambos sexos dedicados al estudio, en el tiempo libre se reunían para intercambiar sobre temas de la historia local y nacional; hacían arder una fogata para alrededor de ella hablar de los planes futuros, interpretar canciones románticas y patrióticas.

“También nos reuníamos, acotó Nápoles, en un antigua edificación de madera de la Educación Obrera- Campesina, para orientar tareas de apoyo a la agricultura cañera, la siembra de alimentos y la defensa de la patria”.

Los varones más destacados se seleccionaron para subir los cinco picos en la Sierra Maestra. El entrevistado tuvo ese privilegio. “Conmigo fueron Humberto Alemán, mi hermano Oscar Nápoles, quien no resistió las fuertes caminatas y regresó a Santa Cruz del Sur, además de otros compañeros que he olvidado sus nombres”.

Seiscientos jóvenes salieron del lugar nombrado El Corojo, en Bayamo, perteneciente a la provincia Granma. Varios camaradas, indicó el miembro de la Asociación de Combatientes de esta localidad, se negaron a continuar.

“En las extenuadoras jornadas bajando y subiendo lomas nos cogía la noche. Armábamos las hamacas a la intemperie; comíamos algún alimento enlatado y nos dormíamos a piernas sueltas, siendo sorprendidos en las madrugadas por fuertes aguaceros. El frío nos calaba hasta las plantas de los pies.

La vida guerrillera fue dura. Nosotros la repetíamos de alguna manera, pasando por lugares donde el Ejército Rebelde libró fuertes combates con las fuerzas de la tiranía”.

El paso de Las Angustias como mismo es de estrecho lo es igual de peligroso. “Un traspiés basta para caer hacia el precipicio. Se tomaron todos los cuidados posibles. Complejo resultó de igual manera el paso de Los Monos, lo trepamos a gatas, es imposible hacerlo de otra manera. Los que perseveramos llegamos al Pico Cuba (hoy Julio Antonio Mella), manifestó con dejo de añoranza.

Nelson se ganó el privilegio de ser uno los fundadores de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en la localidad. Actualmente desempeña el cargo de presidente  de la Asociación de Ciegos y Débiles Visuales a esta instancia.

El casi octogenario aún tiene la fortaleza del lomerío oriental, el tesón de los jóvenes patriotas de su generación. Siente la dicha de continuar viviendo en un archipiélago que crece sólido, próspero, sustentable, guiado desde la eternidad por el Comandante en Jefe.[:]