Revelaciones y extrañezas del fascinante y misterioso mundo de las ballenas

Enormes, pacíficas, misteriosas y hasta solidarias, las ballenas desde siempre han despertado el interés y admiración de los humanos, y quizás ese sea el motivo de las tantas persecuciones y leyendas tejidas a lo largo de su existencia, además de la inspiración de canciones que abogan por su cuidado y preservación.

Profusa es su presencia en el cine, en filmes como Moby Dick, basado en la novela de Herman Melville, asentada en una historia real sobre una ballena llamada Mocha Dick, que hundió un barco inglés allá por el 1820.

Se dice que los sobrevivientes vivieron en una isla donde recurrieron al canibalismo, mientras la versión real resulta aún más atemorizante en comparación con la del libro, con arpones y restos de armas en su cuerpo, legado de los encuentros con cazadores.

De acuerdo con publicaciones digitales, las profundidades de los mares en los cuales habita han guardado celosamente muchos de los secretos de su vida, pues los estudiosos del cetáceo no han podido develar toda la información y es por ello que cada cierto tiempo aparecen nuevos detalles en torno a ese ejemplar gigante de los mares.

Hace siete años estudiosos realizaron un experimento y lograron que las belugas –ballenas blancas- escucharan música y quedaron sorprendidos, no solo por el interés despertado, sino también por los bailes sincronizados improvisados, aunque a ciencia cierta no pudieron discernir si en realidad apreciaron los ritmos o únicamente fue la respuesta a un estímulo, pero algo es bien seguro: disfrutaron de lo lindo, coinciden páginas digitales.

Y no es todo, los expertos descubrieron que las ballenas jorobadas cantan melodías con coincidencia con la música pop, al tener características similares.

Muchas de ellas imitan la voz humana, a tal punto que investigadores pensaron haberse confundido y lo consiguen al variar la presión en la nariz e inflar un saco ubicado en los hoyos nasales.

Con un cerebro pequeño para su enorme cuerpo, quizás llamen la atención sus “buenos sentimientos” por describir de alguna forma el cariño que muestran únicamente las hembras hacia sus amigas, con quienes se reúnen frecuentemente y hasta son capaces de encontrarlas en la inmensidad de los océanos y como característica quienes poseen esos lazos son más saludables y traen más crías al mundo.

De alguna forma son solidarias, al sumar a su grupo como un miembro más a delfines abandonados por su familia u otros animales, en tanto las belugas suelen adoptar objetos, que cargan y cuidan cariñosamente como si fueran sus crías, algo para lo cual la ciencia todavía no tiene respuesta, según publicaciones.

La manera en que descansan los cachalotes, es una curiosidad, pues duermen verticalmente, con la cabeza hacia arriba, en los horarios de seis de la tarde a la medianoche y otra sorprendente característica de las ballenas, radica en su capacidad de tragar volúmenes de agua equivalente a su peso, junto a la que ingresan al organismo el plancton o los peces.

Documentos indican que las boreales viven en general de 60 a 90 años, sin embargo, seis calendarios atrás fue hallada una, con un fragmento de arma de 1879, dato demostrativo de su antigüedad.

La ballena azul es el animal más grande del planeta, al medir aproximadamente 30 metros y pesar 180 mil kilogramos; en su boca se dice tienen cabida 100 personas, su corazón es del tamaño de un auto, pesa casi una tonelada, solo palpita seis veces por minuto, y se puede escuchar desde tres kilómetros de distancia.

Portentoso, pero pacífico, quizás enaltecido por el hombre, a alguien se le pueda ocurrir, tomando en cuenta la inmensidad de su corazón, que podría “inundar” todo el océano de ese lindo sentimiento llamado amor. (ACN)