República Dominicana quiere protagonizar nuevas hazañas olímpicas

Por Diony Sanabia (*)

La Habana, 18 may .- Las banderas nacionales embellecieron las calles y el claxon de los vehículos sonó más fuerte y prolongado en República Dominicana el 6 de agosto de 2012 debido a las proezas olímpicas de dos de sus hijos.

Es un día grande, de gloria para nuestro país, estamos orgullosos de Súper Félix y del jovencito que no defraudó, escuchó Prensa Latina en una céntrica plaza de Santo Domingo, convertida temporalmente en sede de una eufórica peña deportiva.

Como nunca antes y en la misma fecha al máximo nivel, Félix Sánchez y Luguelín Santos llenaron de alegría a sus compatriotas al conquistar una medalla de oro y una de plata, respectivamente, en los Juegos Olímpicos de Londres.

Tales resultados, valoró el entonces presidente Leonel Fernández, posicionan a nuestra nación en el competitivo escenario que reúne a los mejores atletas del mundo, y enorgullecen a toda la población que le espera complacida.

Para ese momento, Sánchez, nacido en la estadounidense ciudad de Nueva York el 30 de agosto de 1977, ya conocía el deleite de ser campeón bajo los cinco aros, y Santos, también, pero en una cita destinada a los jóvenes.

La conquista de un par de metales dorados en los I Juegos Olímpicos de la Juventud, en Singapur-2010, resultó la sorpresa inicial concedida por Santos a los seguidores de su carrera deportiva.

El velocista caribeño se agenció la corona en los 400 metros planos, con tiempo de 47.11 segundos, y dejó rezagados en segundo y tercer lugar, por ese orden, a Ruan Greyling y Alfas Kishoyan.

Aunque el surafricano y el keniano lograron sus mejores registros personales (47.22 y 47.24) fueron incapaces de derrotar al dominicano, quien llegó al mundo en Bayaguana, Monte Plata, el 12 de noviembre de 1993.

Después de ese alegrón, Santos cerró el relevo largo como integrante del equipo América, dueño de la primera posición por delante del cuarteto plateado de Europa, y de Oceanía, tercera posición.

El brasileño Caio Dos Santos, el jamaicano Odane Skeen, el estadounidense Najee Glass y el quisqueyano culminaron la prueba en 1:51.38 minutos mientras que sus más cercanos rivales rubricaron 1:52.11 en el Bishan Stadium.

Sin embargo, muchas personas en República Dominicana y amantes del deporte rey en el mundo quedaron con la boca abierta cuando Santos manifestó que era el relevo de Sánchez y su meta superarlo.

Quizás, Súper Félix nunca conoció tales declaraciones, pero contra todos los pronósticos de especialistas y aficionados alcanzó la gloria suprema en la capital británica como también lo hizo en Atenas-2004 en los 400 metros con vallas.

Gracias a aquel oro en Grecia, Sánchez fue el primer campeón olímpico de su país, que debutó en este tipo de eventos en Tokio-1964 y 20 años después consiguió en Los Ángeles, Estados Unidos, un bronce histórico por el desempeño del boxeador Pedro Julio Nolasco.

A juicio de muchos, el mejor atleta dominicano de todos los tiempos, imbatible en más de 40 carreras de 2001 a 2004, siempre salió a buscar el éxito y esa filosofía competitiva le concedió el bicampeonato olímpico.

Súper Félix dio la vuelta al óvalo con obstáculos en Londres en 47.63 segundos para dejar como sus más cercanos perseguidores al estadounidense Michael Tinsley (47.91, plata) y al puertorriqueño Javier Culson (48.10, bronce).

Ocho años antes, Sánchez marcó el mismo tiempo en la carrera final, y resultó insuperable para el jamaicano Danny McFarlane (48.11) y el francés Namam Keita (48.26), ocupantes del segundo y tercer puestos.

Por su parte, Santos, con 44.46 segundos, escoltó en Londres al campeón Kirani James (43.94), quien logró la primera medalla de Granada en sus participaciones olímpicas a partir de 1992 en la urbe española de Barcelona.

El tercer escaño en el podio de premiaciones correspondió a Lalonde Gordon (44.52), de Trinidad y Tobago, para completar el ascenso del Caribe a la cúspide de los 400 metros planos.

Las actuaciones de Sánchez y Santos en la ciudad del Palacio de Buckingham y la Catedral de San Pablo igualaron la mejor actuación de República Dominicana en unos Juegos Olímpicos.

Beijing-2008 vio coronarse en 64 kilogramos al boxeador Félix Manuel Díaz, victimario en la final del tailandés Manus Boonjumnong, y quedar en segundo lugar al taekwondoca Yulis Gabriel Mercedes (58), que cayó ante el mexicano Guillermo Pérez.

Aunque Súper Félix, con dos medallas doradas y una plateada en mundiales, pensó poner fin a su carrera en Río de Janeiro, Brasil durante el próximo verano, el anuncio del adiós competitivo se produjo en abril pasado.

Me retiro en forma, en condiciones y con muchos planes, los logros más grandes han sido haber representado a mi país con orgullo y llevar la bandera a lo más alto, afirmó Sánchez en una videoconferencia desde la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

Tras este desenlace, a los aficionados solo les toca esperar para presenciar en la urbe carioca si Santos vuelve a emular a Súper Félix y crece la cosecha olímpica dominicana de tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce.

(*) Editor jefe de la Redacción Digital de Prensa Latina