Proxy orgánico calcula 500 millones de años de cambio climático

Londres, 30 nov .- Científicos desarrollaron un nuevo indicador (proxy) a partir de antiguos niveles de dióxido de carbono (CO2) y la molécula orgánica fitano, que reveló 500 millones de años de cambio climático, publica la revista Science Advances.

Este nuevo proxy orgánico permite a los geoquímicos inferir un registro continuo de niveles históricos del gas incoloro en el tiempo profundo y muestra que el aumento de CO2, que solía ocurrir en millones de años, ahora sucede en un siglo.

Según los expertos, del Instituto Holandés para la Investigación del Mar y la Universidad de Utrecht, Países Bajos, este viaje a través del tiempo para reconstruir el pasado geológico y el paleoclima posibilitará hacer mejores predicciones sobre las condiciones climáticas futuras.

Destacaron que para predecir mejor el futuro es importante comprender los cambios a largo plazo en el CO2 a lo largo de la historia geológica.

Con tal propósito especialistas han desarrollado varias mediciones indirectas del gas a partir de proxies, de algas, hojas, suelos antiguos y productos químicos almacenados en sedimentos antiguos para reconstruir las condiciones ambientales del pasado.

En un comunicado Caitlyn Witkowski, una de las científicas participantes en el estudio, dijo que el proceso incluyó la selección de más de 300 muestras de sedimentos marinos de núcleos y aceites de aguas profundas de todo el mundo.

Según Witkowski las reacciones químicas pasadas pueden ser almacenadas en moléculas fósiles, por lo que pueden reflejar varias condiciones ambientales antiguas.

Los geoquímicos pueden interpretar estas condiciones, como la temperatura del agua de mar, el pH, la salinidad y los niveles de CO2 y mediante la materia orgánica, como el fitano, conocer la presión del CO2 en el agua del océano o la atmósfera.

Aunque toda la materia orgánica tiene el potencial de reflejar el CO2, el fitano es especial; es el pigmento responsable de nuestro mundo verde, cualquier cosa que utilice la fotosíntesis para absorber la luz solar, incluidas plantas, algas y algunas especies de bacterias, tiene clorofila de la que proviene esta molécula, señaló la especialista.