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Protección para los más vulnerables, premisa del Gobierno en Bolivia

La Paz, 2 ago.- Desde su llegada a la presidencia de Bolivia, Evo Morales implementó políticas sociales en beneficio de los sectores más vulnerables, y en ese contexto aboga por una mayor protección hacia las personas de la tercera edad.

 

Recientemente se promulgó en esta nación sudamericana una ley para el incremento de la Renta Dignidad o Renta Universal de Vejez, incentivo económico que beneficia a más de un millón de personas mayores de 60 años.

‘Es una alegría promulgar esta norma en beneficio de nuestras hermanas y hermanos de la tercera edad. Llegamos al Gobierno gracias a la lucha del pueblo, es nuestra obligación crear programas y entregar obras para todos los bolivianos, en especial para los sectores más vulnerables’, escribió el mandatario en su cuenta en la red social Twitter.

El jefe de Estado agregó: ‘gracias a la Nacionalización y la Industrialización somos un Estado con una economía fuerte que beneficia a los más necesitados. Con el incremento de la Renta Dignidad (…) abuelos y abuelas reciben la retribución solidaria a su esfuerzo por nuestra querida Bolivia’.

Este fondo se hace sostenible principalmente por la decisión del Gobierno de Morales de nacionalizar los recursos naturales del país en 2006, pues se financia mediante el impuesto directo a los hidrocarburos.

El beneficio mensual, universal y permanente comenzó a pagarse desde 2008, con un monto de 200 bolivianos (casi 29 dólares) y luego se incrementó a 300 bolivianos (43 dólares aproximadamente) para garantizar a los adultos mayores una vejez digna y con calidad.

En 2008 ese monto equivalía a dos mil 400 bolivianos (unos 348 dólares) al año, en 2013 subió a tres mil (434) y en el 2017 a tres mil 900 (565), según datos oficiales.

Con esta nueva ley para el incremento de la Renta Dignidad el pago es de 350 bolivianos (50 dólares) al mes y cuatro mil 200 bolivianos (unos 600 dólares) al año.

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo reveló que el pago de este bono permitió reducir la pobreza en todo el país, según declaró el ministro de Economía, Luis Arce.

‘Comparando el ingreso per cápita de cada hogar, se evidencia que la pobreza de los hogares, por este impacto de la Renta Dignidad, se ha reducido en un 13,5 por ciento’, indicó el titular.

Actualmente más de un millón de adultos mayores se benefician de esta política social, de los cuales unos 884 mil 400 no reciben renta ni pensión de jubilación y el 53 por ciento son mujeres.

De acuerdo con la autoridad este bono es más sostenible que el antiguo Bono Sol o el programa Bolivida, implementados entre los años 1997 y 2007, los cuales eran financiados con recursos de la venta de las empresas estatales y no tenían carácter universal.

En 2005, el Bono Sol benefició a 482 mil adultos mayores en Bolivia, mientras que en 2018 la Renta Dignidad se pagó a alrededor de un millón de personas mayores de 60 años, enfatizó Arce.

Según las proyecciones de 2017 del Instituto Nacional de Estadística, en Bolivia los adultos mayores de 60 años representan casi el nueve por ciento del total de la población del país. De esa cifra un poco más del 50 por ciento son mujeres y se estima que cinco mil 300 tienen más de 95 años.

JUBILACIÓN EN BOLIVIA

De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, la jubilación en Bolivia destaca hoy como la segunda mejor de la región, pues le antecede solo Uruguay.

Un boletín de prensa de ese Ministerio informó que la jubilación en Uruguay alcanza el 72 por ciento del último salario de los adultos mayores, en Bolivia el 70, en Brasil representa el 58 y en Colombia el 44, países más representativos de la región.

En esta nación del altiplano, el presidente Evo Morales promulgó la Ley 985 que incrementa los límites de la Pensión Solidaria de Vejez a los jubilados, en dependencia de los años de servicio.

La Pensión Solidaria de Vejez se promulgó por primera vez en 2010, una ayuda que se otorga dentro de una escala ascendente de límites, reconociendo los años aportados por el trabajador, pues a mayor tiempo, más compensación.

DERECHOS Y GARANTÍAS PARA EL ADULTO MAYOR

Por otro lado, la Ley General de las Personas Adultas Mayores tiene el objetivo de regular los derechos, garantías y deberes de ese grupo poblacional, así como la institucionalidad para su protección.

En ese sentido, destacan temas como el derecho a una salud gratuita en establecimientos de primer, segundo o tercer nivel, con la posibilidad de acceder a consultas médicas, acciones de prevención, promoción, curación, cirugías, diálisis y rehabilitación, entre otras atenciones.

Los adultos mayores deben recibir también descuentos de 20 por ciento en servicios públicos, como energía eléctrica, agua potable y transporte.

Desde 2012 hasta 2017, un total de 521 familias de adultos mayores que vivían en condiciones de pobreza extrema fueron beneficiadas con domicilios entregados por la Agencia Estatal de Vivienda, a través del Programa de Vivienda Social.

En julio de este año, el presidente Evo Morales entregó un apartamento a Julia Flores Colque, conocida como Mamá Julia y considerada la mujer más longeva de esta nación sudamericana, pues en octubre cumplirá 119 años.

Ella vive en el municipio de Sacaba, distante a 13 kilómetros de la ciudad de Cochabamba (centro), y en opinión del mandatario es ‘un símbolo de la familia’, por lo que les pidió a las personas cercanas a ella garantizar su cuidado.

‘Hay que valorar y respetar la sabiduría de nuestros abuelitos (…) Le agradecimos a mamá Julia por recibirnos junto a su familia, y le entregamos una vivienda para que pueda vivir dignamente’, expresó el líder boliviano.

Por otro lado, el Código de Familias y Procesos Familiares obliga a los hijos a dar una asistencia económica a sus padres, cuando estos sean mayores de 65 años y no puedan depender de sí mismos para subsistir.

Esa asistencia familiar legal es el 20 por ciento del salario mínimo nacional, es decir cada hijo deberá entregarle a su progenitor al menos 400 bolivianos (casi 58 dólares).

En ocasiones, las personas de la tercera edad son víctimas de maltratos físicos, económicos, emocionales, médicos, de abandono y negligencia por parte de la sociedad, incluso de familiares.

De acuerdo con algunos estudios, estos maltratos de evidencian en la falta de cuidado físico, nutricional e higiene, amenazas o intimidaciones verbales, y la limitación de su poder de decisión, lo cual genera ansiedad, depresión y una conducta de aislamiento.

Los psicólogos insisten en la necesidad de educar a los hijos, desde pequeños, en el respeto hacia los mayores, para construir una sociedad más sensible y consciente en estos temas.

Rosmerys Bernal Piña/Corresponsal de Prensa Latina en Bolivia.