Más pruebas para el control de la Covid-19 en Cuba, esa es la idea
De esta manera el país acumula 240 mil 894 muestras realizadas y dos mil 469 positivas, o sea, el 1,02 por ciento y se han aplicado 21.2 pruebas confirmatorias PCR en tiempo real por cada mil habitantes.
A la par, el total de kit rápidos asciende a 199 mil 244, lo que representa 17,8 pruebas de este tipo por cada mil personas.
Para conseguir un mejor rastreo de casos, científicos cubanos pondrán a disposición del Sistema Nacional de Salud otros tres kits para el diagnóstico de la Covid-19, vitales herramientas para el seguimiento y detección de la enfermedad.
Transcurridos cuatro meses de presencia del nuevo coronavirus en Cuba constituye una necesidad la realización de más pruebas, de hecho en los últimos días el número de muestras analizadas superan a diario las dos mil y se espera que se multipliquen las cifras.
La primera de las ellas elaboradas es el UMELISA SARS-CoV-2 IgG, está a disposición ya del Sistema Nacional de Salud desde el pasado mes de mayo y se utiliza para los estudios de seroprevalencia y prevalencia que lleva adelante el país.
El resto, que se desarrolla al unísono, completa el grupo de cuatro diagnosticadores de producción nacional que lleva adelante el Centro de InmunoEnsayo, institución científica adscrita al grupo empresarial BioCubaFarma.
Desde fines de julio las instituciones sanitarias contarán con las pruebas, una para la identificación de IgM, y la destinada a detectar anticuerpos totales (IgG,IgM, IgA).. o sea, su presencia conjunta.
Al concluir el octavo mes del año tendrán además el kit de antígeno, la prueba confirmatoria, que identifica la presencia del SARS-Cov-2, única en Cuba para estos exámenes junto al PCR en tiempo real.
Pero?. que son los IgG, IgM e IgA?
En declaraciones a Prensa Latina, Irinia Valdivia, una de las autoras de este proyecto, explicó que al enfrentarse una persona con un agente infeccioso, se desata una respuesta inmunológica de nuestro organismo.
Se trata de identificar todos esos anticuerpos, el IgM, el primero en ofrecer una respuesta y el IgG, con más duración en el tiempo y capaz de conferir alguna inmunidad, o sea, que no haya otra infección con ese agente.
Los kits constituyen una batería para detectar diferentes analitos o componentes inmunológicos en una muestra, que aportarán información sobre qué etapa o momento de la enfermedad se encuentra el paciente, si se ha recuperado, si su sistema inmunológico ha respondido, explicó.
Ofrecerán detalles sobre el por ciento de la población que ha estado en contacto con el virus, así como sobre cuántos aún son vulnerables, o sea, que ante un brote son susceptibles a enfermar y quienes tienen una cierta protección, pues ya estuvieron en contacto con el agente patógeno.
Además aportan datos para determinar en una población determinada el grado de trasmisión por asintomáticos o en un grupo abierto, en un municipio o conjuntos de personas de riesgo como embarazadas, dializados, entre otros. Permitirá a las autoridades sanitarias definir acciones a llevar a cabo ante futuros eventos, subrayó.
Una historia al revés
La llegada al país de la enfermedad el 11 de marzo último conllevó al despliegue de toda la comunidad científica y demás instituciones para su contención. Se necesitaban entonces, con urgencia, herramientas para su diagnóstico y seguimiento.
Sin embargo, la historia sucedió al revés, explicó en otro momento en declaraciones a esta publicación Valdivia, quien labora en el proyecto junto a Ariel Palenzuela, Darien Ortega y Aurora Delahanty.
Se debía obtener primero como toda lógica investigativa, un kit para la detección del virus, sus proteínas, pues lo inicial en el organismo es la presencia del agente patógeno y después la respuesta inmunológica, relató la microbióloga.
La causa fue la disponibilidad de materias primas biológicas, indispensables para el desarrollo de estas pruebas y nuestras primeras fuentes fueron péptidos sintéticos, que son fragmentos de diferentes proteínas del virus.
Con ellos, añadió, solo se podía realizar un ensayo para la detección de anticuerpos IgG.
Mientras, el último de los kits, que detecta el virus, se desarrolla a partir de anticuerpos monoclonales, obtenidos a partir de modelos animales que son inmunizados, con proteínas del virus?
De esta manera la institución pondrá a disposición de pacientes de la Covid-19 y la población en general de una batería de cuatro pruebas para el seguimiento e identificación del virus, todas de producción nacional. Las mismas están basadas en la técnica de inmunoensayo ELISA, Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay, en las que Cuba desarrolló y modificó la tecnología SUMA ( Sistema Ultra Micro Analítico), que utiliza menos cantidad de reactivo y muestra. La tecnología la integran equipos, reactivos y software.
(Prensa Latina)
