Los provechos de patio benefician a familia de productor de localidad santacruceña

Santa Cruz del Sur, 5 feb.- Bajo el peso de Domingo Alcalá Matamoros se hunde la tierra fangosa saciada de salitre. En una parte algo extensa del patio de la casa de sus padres, el viejo, como aún lo llama con cariño, se dedicaba antes de morir a la crianza de  carneros.

A causa de la insistencia del entrevistado y sus hermanos el “tronco” familiar decidió vender el rebaño y sembró en ese entorno, sin imaginar el resultado futuro, algunas matas de plátano.

La tradición la continuó el lugareño. El sitio refrescado continuamente por el agua de una larga zanja mantiene la fertilidad de un productivo platanal, donde él acopia con frecuencia las variedades de fongo,  macho,  verdín y manzano.

El laborioso productor comenzó a intercalar la calabaza aprovechando todo el espacio posible. Entre sus pronósticos está plantar café y frutabomba bajo la “pacífica” sombra platanera.

La guayaba y el mango en las etapas de cosecha las ha aprovechado en jugos y dulces. El coco nunca falta en esa superficie aledaña al cercano playazo. Quienes han bebido el agua del fruto atestiguan cuánta exquisitez posee.

Otro quehacer llevado a cabo por Domingo al unísono es la crianza de cerdos. En la alimentación de estos le añade  también  la caña de azúcar que cultiva y las verdes hojas del platanal.

Las recolecciones de la tierra otrora cubierta de macío, Alcalá Matamoros no las vende a ningún vecino ni amistad, las regala porque así lo hacía su padre sin desatender a la familia.

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