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Las Tunas y Villa Clara invictos en semifinal del Béisbol cubano

La Habana, 7 ene.- De forma convincente, los Leñadores de Las Tunas y los Azucareros de Villa Clara volvieron a vencer a sus rivales y siguen invictos en la post-temporada del Béisbol cubano, colocándose en una situación de superioridad envidiable para lograr sus metas, ahora que se mudan de campamento.

La tropa de Roger Machado comenzó impetuosa. A la altura del cuarto capítulo estaban delante en el marcador (2×0). Los tigres se paseaban desafiantes por los bosques orientales mientras Yánder Guevara mantenía en un puño a sus rivales sin permitir siquiera un indiscutible.

La escena se ha visto muchas veces en esta temporada: Danel Castro desaparece la pelota fuera de los límites del estadio y hace su baile rutinario que irrita a contrarios ante miles de aficionados exaltados. Es un gesto de guerra, un llamado al combate que despierta a la cuadrilla de Leñadores, mientras Pablo Civil se entusiasma y reparte hachas afiladas en la alineación.

Ante esta situación, ya nada pueden hacer los lanzadores avileños. Tres veces pisaron la goma los anfitriones en el quinto y sexto episodios, y un par de veces más en el octavo para sentenciar el choque (9×2)

Un triple de Andrés Quiala remolcador de dos carreras y un squeeze play suicida magistralmente ejecutado por Yuniesky Larduet hicieron humo las aspiraciones de los visitantes.

Mientras tanto, Erlis Casanova espantaba los demonios que provocan inestabilidades y daba muestras una vez más de su tremenda calidad, encaramado todo el tiempo en el box, espaciando siete sencillos y liquidando por la vía del ponche a igual cantidad de rivales.

Villa Clara impone su clase

Los Azucareros de Villa Clara continuaron su zafra de post-temporada y volvieron a silenciar los cantos de gallos en su propia tierra, esta vez con fácil marcador de ocho carreras por una.

Alain Sánchez fue el verdugo de turno, y apoyado en su buen control y en lanzamientos rompientes mantuvo escondidas las espuelas de los anfitriones durante los siete episodios que trabajó.

Toda la producción ofensiva en su contra salió de las muñecas de un joven de 21 años de edad, recién incorporado a la alineación regular, Alberto Rodríguez, quien le sacó la esférica por encima de la barda del jardín izquierdo a la altura de la segunda entrada.

Un total de cinco lanzadores desfilaron por el montículo espirituano sin poder evitar la molienda naranja, perjudicados por estrategias que no fructificaron y por errores al campo que dieron al traste con sus aspiraciones.

El ataque de los nuevos leopardos estuvo encabezado por William Saavedra, Yurién Vizcaíno y Stayler Hernández con par de imparables per cápita, aunque seis regulares se repartieron todas las remolcadas. (Cubadebate) (Fotos: Periódicos 26 y Juventud Rebelde)