Lácteo santacruceño finalizó 2015 con notables resultados


Santa Cruz del Sur, 10 ene .- La voluntad de los trabajadores del Centro de Acopio y Distribución Caribe en Santa Cruz del Sur, unida a la loable recuperación lechera por estos predios, les permitió a estos tenaces hombres y mujeres procesar en la industria, durante el anterior anuario, tres millones 523 mil 113 litros de leche vacuna.

Antes de que aparezca el astro rey los choferes de los camiones-termos salen en cada jornada a acopiar el producto (9 mil litros) en 13 termos refrigerados y otros 6 mil son recogidos en las rutas establecidas donde hay productores dispersos, quienes mantienen el fruto de los madrugadores ordeños en los bien concebidos refrescaderos.

Florencio Fuentes Alcalá, máximo directivo de la entidad, habla de la puntualidad existente en la distribución de la leche fresca a la población.

“También los derivados de ese alimento como el queso, yogurt natural, crema fresca y helado, fabricados con nuestros recursos van hacia el sector de la gastronomía donde el pueblo puede adquirirlos. Excepto el queso y la crema los demás recursos se les entregan al hospital municipal, policlínicos, casas de abuelos, hogar de ancianos El Recreo y los círculos infantiles del territorio”.

Al terminar su existencia el último mes del 2015 los indicadores económicos y físicos alcanzaron en Caribe un acentuado comportamiento, alcanzando utilidades por encima del medio millón de pesos.

Comprobar la calidad de la leche es una responsabilidad de los especialistas a cargo del laboratorio. “Se toman las muestras enseguida que los camiones-termos llegan a la fábrica a fin de conocer si es adecuada la acidez del producto que debe oscilar entre un 0.13 y 0.17%”, comentó Yennys Mora Cañamero, técnico en análisis de los alimentos.

En cuanto se evacúa la cantidad del líquido blanco acopiado en cada viaje “lo movemos empleando el agitador de madera. Tomamos luego la muestra establecida: 750 mililitros para hacer las pruebas organolépticas de rutina, midiéndose la densidad, sedimentación y si hay presencia de mastitis, pero antes evaluamos su calidad al examinar el olor, color y aspecto del mismo”.

La acción precisa se ajusta al pensamiento optimista de los innovadores. Crear la pieza necesaria o buscarle la solución a cualquier avería depende de ellos. Gilberto Azcuy del Risco, operador del área de calderas es uno de esos hombres que no le temen a las dificultades.

“Este es un centro con una tecnología muy explotada, pero a pesar de eso no se para por nada. Trabajamos hace poco en el sistema de frío del banco de hielo. El objetivo fue evitar que los bloques de hielo no congelaran las tuberías, por allí el agua debe circular a una temperatura de 3 grados Celsius para mantener fresca la leche recibida. Sin ser pretencioso puedo afirmarle que por los innovadores nada quedará sin funcionar óptimamente”.
La gente de Caribe controla la racionalidad de cada recurso estatal como si fuera propio porque los derroches no se ajustan a su condición de revolucionarios. Despidieron el pasado año obteniendo la condición de centro destacado en la localidad, como saludo al aniversario 57 del triunfo de la Revolución.

Aunque el 2016 es bisiesto para este colectivo nada le será imposible en las labores productivas durante las cuales tienen el encargo de procesar una cifra superior a los 3 millones 108 mil 700 litros de leche de vaca. Batallarán incluso para rescatar las categorías de entidad de referencia a instancia municipal y provincial y vanguardia nacional.