[:es]Iván Duque toma posesión como presidente de Colombia[:]

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Bajo fuertes medidas de seguridad, incluido el despliegue de 12 mil policías con apoyo de fuerzas militares en Bogotá y la prohibición del uso de drones en los alrededores de la Plaza de Bolívar, se celebró en la tarde de este martes la ceremonia de traspaso de poderes en Colombia, en la cual tomó posesión como presidente el derechista Iván Duque.

Duque, quien juró como presidente tras recibir el mando de Juan Manuel, es el presidente colombiano más joven en las últimas siete décadas, con 42 años. Representante de la derecha colombiana, es un político cercano al expresidente y senador Álvaro Uribe, hoy bajo la investigación de la Corte Suprema del país sudamericano por soborno y fraude procesal.

Entre los tres mil asistentes a la ceremonia estaban los presidentes Enrique Peña Nieto, de México; Lenín Moreno, de Ecuador; Juan Carlos Varela; de Panamá; Carlos Alvarado, de Costa Rica; Juan Orlando Hernández, de Honduras; Mauricio Macri, de Argentina, y Sebastián Piñera, de Chile.

Según su proyección y declaraciones previas, accede a la presidencia de Colombia con la mira en un endurecimiento de la política de Santos vinculada con el proceso de paz y en reforzar el escenario diplomático adverso a la Revolución Bolivariana en Venezuela.

Este mismo martes, la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, quien viajó a Bogotá para asistir al traspaso de poder, declaró que Washington espera que el gobierno de Duque “lidere” a la región para “lidiar con Venezuela”.

El presidente número 60 en la historia colombiana tendrá a su favor la mayoría en el Congreso, pero deberá enfrentar un clima no del todo afín proveniente de fuerzas de centro e izquierda, un sector político este último que pasó a segunda vuelta por primera vez en las últimas elecciones y obtuvo más del 40 por ciento de los votos.

La oposición debe estar encabezada por su rival en las elecciones recientes, Gustavo Petro.

En la jornada de este martes, antes de la ceremonia de toma de posesión, la oposición se movilizó en varias localidades del país para exigir que el gobierno cumpla con lo pactado en el Acuerdo de Paz con la guerrilla de las FARC y garantice seguridad y protección para los líderes comunitarios y sociales. Según distintas fuentes, más de 330 de esos dirigentes han sido asesinados en lo que va de 2018.

“Le estamos expresando al nuevo gobierno, todas las fuerzas de oposición (…), que aquí hay un pueblo que no resiste más la violación del derecho a la vida, que necesitamos que se implemente correctamente el acuerdo”, declaró el exlíder guerrillero y legislador Marco Calarcá.

Entre otros retos, Duque, que pretende modificar el Acuerdo de Paz alcanzado entre el gobierno de Santos y las FARC, e imponer más duras condiciones en el diálogo de paz en curso con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), deberá lidiar con varios focos de violencia generados por el narcotráfico. De hecho, en 2017 los narcocultivos alcanzaron las 209 mil hectáreas, el área más extensa que han tenido en la historia del país.

(Con información de agencias)[:]