Marco Rubio y Díaz-Balart detrás de sanciones contra Cuba, denuncian en EE.UU

[:es]

El senador cubanoamericano, Marco Rubio, fue quien presentó a Donald Trump en Miami y uno de las figuras que más influenciaron en el cambio de la política hacia Cuba. Foto: Rainier Ehrhardt/ AP.

La coalición Engage Cuba, promotora del acercamiento entre Estados Unidos y la nación caribeña, consideró hoy profundamente lamentable la emisión de nuevas restricciones contra la isla guiadas por la agenda de dos miembros del Congreso.

La administración de Donald Trump anunció este miércoles que a partir de mañana pondrá en práctica regulaciones adicionales para limitar los viajes de los estadounidenses al país caribeño y las transacciones financieras entre norteamericanos y unas 180 entidades cubanas.

Es profundamente lamentable que esta decisión se basara en la política y la agenda personal de dos miembros del Congreso, y no en una preocupación genuina por el pueblo cubano, que apoya el acercamiento a Estados Unidos, expresó en un comunicado el presidente de la agrupación, James Williams.

Aunque no menciona específicamente el nombre de esos dos legisladores, parece hacer alusión al senador Marco Rubio y al congresista Mario Díaz-Balart, considerados los principales responsables de la posición de Trump hacia la isla.

De acuerdo con el titular de Engage Cuba, el anuncio de hoy solo hará más difícil para los estadounidenses viajar a Cuba y apoyar el crecimiento del sector privado, al cual Trump dijo apoyar el 16 de junio en su controvertido discurso en Miami, Florida, donde difundió la postura de su gobierno acerca de la mayor de las Antillas.

A decir de Williams, estas regulaciones adicionales sobre las empresas norteamericanas simplemente dificultarán hacer negocios en Cuba, lo cual provocará que Estados Unidos deje de generar miles de millones de dólares y miles de puestos de trabajo.

El 1 de junio pasado una coalición de grupos empresariales, economistas y expertos encabezada por Engage Cuba publicó un análisis del impacto que tendría para la economía de esta nación dar marcha atrás a las políticas emprendidas con el territorio vecino por la administración de Barack Obama (2009-2017).

Según ese análisis, durante el mandato de cuatro años de Trump tal reversión costaría a Estados Unidos seis mil 600 millones de dólares y afectaría 12 mil 295 empleos.

Las medidas de la anterior administración de disminuir las restricciones a las compañías norteamericanas interesadas en hacer negocios en Cuba contribuyeron a un crecimiento económico significativo y a la creación de puestos de trabajo en todo el país, sostuvo entonces el grupo.

Asimismo, indicó que las comunidades rurales que dependen más de las industrias agrícola, manufacturera y marítima se verían afectadas de manera desproporcionada si se agregan regulaciones a los viajes y comercio con la isla caribeña.

Dado sus puertos de aguas profundas y su proximidad a Cuba, se amenazaría particularmente el crecimiento económico y la creación de empleo en los estados del Golfo, incluyendo Florida, Luisiana, Texas, Alabama, Georgia y Mississippi, todos los cuales apoyaron a Trump en las elecciones de 2016, advirtieron los expertos.

El estudio también concluyó que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a Cuba hace más de 55 años evita que los negocios y los agricultores estadounidenses dejen de obtener un estimado de cinco mil 900 millones de dólares al año en de ingresos por exportación.

(Información de Prensa Latina)[:]