Envejecer con esperanza, premisa de abuelos santacruceños

Santa Cruz del Sur, 15 ago .- En el ánimo de varias personas de la tercera edad no está mantener las disposiciones en secreto. Entre el espíritu que alienta y el cuerpo que accede expansivo está la fuerza animadora que requieren las necesidades corpóreas, esas que fortalecen y agrandan la vida. Su envejecimiento se ha convertido en un desafío: mantenerse enérgicos antes los prolongados años que les ha proporcionado la madre naturaleza.

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Los 45 minutos dedicados a la práctica física, donde intervienen, se inician con un calentamiento corporal en los albores del lunes hasta el sábado. Una especialista en Cultura Física los conduce hasta el área habitual sitiada de frondosos framboyanes. Los alumnos buscan las posiciones acostumbradas. Son hombres y mujeres que desean mantenerse en forma a pesar de los padecimientos arraigados a sus calendarios.

Yunersis Fuentes Santines es licenciada en Educación Física, profesión a la que lleva dedicada una década. Aseveró al reportero que le gusta trabajar con los adultos mayores. Más de 40 personas de la tercera edad atendidas en la Casa de Abuelos de Santa Cruz del Sur, acuden al horario establecido iniciándolo con un preparativo general. “Antes les informo cuáles son los objetivos ha cumplir”.

“Hacemos los estiramientos determinados, seguidos de las acciones de influencias combinadas. Hay días que armonizamos algunos minutos con juegos donde pueden interactuar. Se motivan cantidad”, detalló.

“Si no fuera por estos ejercicios estaría mal. Soy hipertenso; la enfermedad me había afectado hace dos años el lado izquierdo del cuerpo. Gracias también a la fisioterapia, los medicamentos y la dieta balanceada estoy restablecido”, declaró Guillermo Norberto Ortiz.

Teresa Feteira de los Reyes no quiere saber de sedentarismo. “Ya a nuestra edad no podemos vivir inactivos. Nos duelen los huesos pero no nos puede pesar el deseo de mantenernos ágiles. Las adiestramientos físicos me tienen la presión arterial como una jovencita”.

El cariño que les da la profe Yunersis es el mejor remedio para la diabetes mellitus que ha pretendido menoscabar la salud de Herminia Ortega Corrida. “Tiene un buen trato, incluidas las atenciones de la trabajadora social y las demás compañeras de esta Casa de Abuelos. Estamos satisfechos porque a todo esto se une el apoyo familiar”.

La parte restauradora toma el tiempo final en el Taichí chino. “Muy favorable para los órganos internos del cuerpo humano. Finalmente les pido coloquen la mano izquierda encima del ombligo y la mano derecha sobre la izquierda. Con la cabeza erguida piensan por unos segundos en algo agradable. Al concluir cada cual se toma el pulso para determinar el estado de la presión arterial”, comentó Fuentes Santines.

Los retos de estos abuelitos se extienden hasta las 120 primaveras al igual que los asistidos en las Casas de Abuelos de los poblados Haití, Cándido González y la Jagua en la localidad.

El envejecimiento es la esperanza que se renueva ante sus pupilas porque viven en Cuba, un país donde este grupo poblacional disfruta de esmerados cuidados.