Se define este domingo nuevo rumbo de Argentina


La Habana, 21 nov .- La incertidumbre sobre quién ganará los comicios presidenciales del domingo prevalece este sábado entre los argentinos, con millones de elecciones meditando sobre su voto.

Por primera vez en la historia del país sudamericano, el próximo jefe de Estado será elegido en balotaje o segunda vuelta, después de que el favorito de la primera ronda, el candidato del oficialista Frente por la Victoria, el centroizquierdista Daniel Scioli, se impuso por poco margen al aspirante por la opositora Cambiemos, el derechista Mauricio Macri.

Si en la primera ronda, Scioli se vio favorecido por las encuestas, que le pronosticaron una amplia victoria, con la probabilidad de que no tuviera, incluso, que ir al balotaje, un vaticinio que no se cumplió: ahora, los sondeos le son favorables a Macri, y lo ubican con entre seis y siete puntos por encima de su rival, con un diez por ciento de indecisos entre los 32 millones de electores.

Pero entre los seguidores de Scioli prevalece la "esperanza" de una victoria el domingo, al tiempo que hay temor por un eventual triunfo de Macri, un millonario a quien los partidarios de la actual presidenta, Cristina Fernández, asocian con el regreso a las políticas neoliberales del pasado en favor de las élites y en contra de la mayoría empobrecida.

El candidato de Cristina, Scioli, advirtió reiteradamente en su campaña de los últimos días, que el domingo se eligen los caminos de la inclusión o el de la exclusión, entre un "trabajador del pueblo" y "un "creído" de un barrio rico de Buenos Aires.

Además, Scioli acusó a Macri de oportunismo electoral y pidió a los argentinos que no se dejen engañar por la palabra de "cambio" en boca del aspirante derechista, a quien identificó con el regreso al capitalismo salvaje, al libre mercado, a los ajustes neoliberales, a los pactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los fondos buitres, y el retorno a las injusticias sociales.

En apoyo de su candidato, Scioli, la presidenta Cristina Fernández llamó a los ciudadanos a no rendirse y a defender mañana domingo, con el voto en las calles, las conquistas y derechos alcanzados en los últimos doce años.

La mandataria aludía a los gobiernos sucesivos de su esposo, Néstor Kichner, y de ella misma, en el transcurso de los cuales, Argentina abandonó el dogma neoliberal que llevó al país al desastre en la década de los pasados años noventa e implementó un modelo centroizquierdista, basado en el papel central del Estado en la economía y grandes programas sociales para combatir la exclusión y la desigualdad.

La derecha en torno a Macri y las élites argentinas y transnacionales creen que están a las puertas de poner fin al llamado ciclo del Kichnerismo o la era K, aprovechando el descontento por las dificultades económicas del momento, de las que responsabilizan a las políticas de la actual mandataria, y que prometen mejorar, con reformas de libre mercado.

Al mismo tiempo, de manera oportunista, obligados por el alto apoyo popular a los actuales programas sociales, aseguran que los mantendrán y acusan a Macri y el gobierno de una campaña del miedo contra los cambios que proponen.

No obstante, sea quien sea el ganador mañana domingo, Daniel Scioli o Mauricio Macri, la continuidad o el cambio, los analistas apuestan a que Argentina girará hacia políticas más pro-mercado, pues el propio candidato oficialista, cercano al sector empresarial, propugna también reformas al actual modelo de fuerte intervención estatal, preservando, eso sí, las conquistas sociales.