Santacruceñas reafirman que Baracoa volverá a recobrar su esplendor


Santa Cruz del Sur, 15 oct.- Los pobladores de esta localidad han quedado con el alma oprimida al ver las imágenes de la catástrofe que provocó el violento huracán Matthew al fondo poblacional, la infraestructura económica y social, además a las plantaciones en Baracoa, Maisí, San Antonio del Sur e Imías.

 

Ya sea por la televisión o en la prensa plana  las noticias sobre el tema les trae a la memoria los desastres causados por otro evento atmosférico de gran magnitud: El Paloma, que afectó, sobre todo, las viviendas del litoral costero santacruceño el 8 de noviembre de 2008.


Como en esa oportunidad lo expresaron los santacruceños, los habitantes de las comunidades del sur oriental lo reiteran ahora: ¡Estamos vivos! Aunque se trata de minimizar daños materiales, lo más valioso para los máximos dirigentes de Cuba a cada nivel, son las vidas humanas.


La ciudad primada de Cuba está siempre en el pensamiento de quienes en este terruño tienen allá “raíces”.

“Unas horas antes de la entrada del fenómeno natural hablé por vía telefónica con mi primo Javier, al que le estuve informando los datos que ofrecían los partes meteorológicos, pues a Baracoa por cuestiones de seguridad se le había retirado el servicio eléctrico. Tengo otro pariente en Maisí, nombrado Juan José; no pude telefonearlo porque había sido evacuado”.


Marisel Legrá Álvarez, es operadora de modernos equipos en la unidad La lavandería, a la que acuden a diario muchas personas a recibir esa asistencia. La joven al terminar los controles habituales a las prendas de vestir entregadas por un cliente, refirió: “Ahora puedo volver a atenderlo”.

Parecía haber adivinado la próxima pregunta del reportero. “Allá viven mi papá, mis hermanos y muchos seres queridos. Sé que el pesimismo no los va a derrumbar porque los orientales somos Titanes como Maceo. Volverán a recuperarse. Si se me solicita ayuda créame que estoy dispuesta”.


En la avenida central “José Martí”, entre las intersecciones de las calles “Limbano Sánchez” y “Abel Díaz”, de esa histórica urbe, vivió hasta los 19 años Aleida Lisi Fernández Vasallo, la Licenciada en Psicología del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) del Sistema Educacional en estos predios.

“Tengo los mejores recuerdos del tiempo que allí residí. Su gente es bondadosa, franca, austera, solidaria. Sé lo mal que han de sentirse papi, mis tíos y primos, todo el mundo. Supe de ellos a través del teléfono, se encuentran bien; se quedaron en la casa de una tía mía. La morada es fuerte; desde el interior sintieron las fuertes ráfagas de viento y cosas cayendo encima del techo. El domicilio en el que viví sí sufrió graves daños, quedó en el suelo. Me he acordado de la vitrina que perteneció a mi abuela, ya fallecida, llena de losas muy bonitas; de tantas remembranzas”.


Ellas reafirman que Baracoa volverá a recobrar el esplendor, también así opinan los pobladores de este suelo camagüeyano. Los hombres, mujeres, niños, adolescentes y jóvenes de la primada no se dejarán abatir por la angustia, tampoco los de Maisí, San Antonio del Sur e Imías. La sangre de Guamá y el espíritu mambí los hace ahora crecerse.