[:es]Resaltan nuevas tendencias y desafíos de comercio internacional[:]

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La Habana, 12 sep.- El panorama comercial del orbe muestra nuevas tendencias dominantes pero también continuidades, afirmó hoy en un foro económico el Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de la Habana, Antonio Romero.

 

Previo a la apertura del encuentro internacional La Economía de América Latina y el Caribe ante el nuevo entorno internacional: Principales desafíos, Romero impartió la conferencia Panorama del comercio internacional contemporáneo, en la cual definió nueve corrientes fundamentales.

El académico explicó que a partir de la segunda mitad de siglo XX el volumen del comercio mundial creció 1,5 veces más rápido que el Producto Interno Bruto y que superó el dos por ciento en la década del 90, aunque resaltó que recientemente se registra un retroceso.

El comercio global de mercacias creció un 4,7 por ciento en 2017, apuntó, se espera que en 2018 se ubique en un 4,4 por ciento, y en 2019 solo un cuatro por ciento, a diferencia del intercambio de servicios que registró una marcada expansión en 2017, luego de dos años de crecimiento débil o negativo.

Significó el experto que el comercio continúa muy concentrado desde su orientación geográfica -tanto en mercancías como en servicios-, y agregó que los 10 países con mayor participación representan aproximadamente el 54 por ciento, lo cual evidencia una expresión de las enormes asimetrías en ese entorno, remarcó.

Sin embargo, destacó el crecimiento de la participación de los países en desarrollo (PED) en el intercambio global: 43 por ciento del comercio mercancías y 36 de servicios en 2017.

El especialista acotó que pese a ese avance y a que la composición de los PED alcanza unos 170 países esa tendencia está impulsada por 14 naciones, entre ellas, China, Sudáfrica, India, Malasia, Vietnam y otras de origen asiático.

Otro elemento del comercio internacional que refleja profundos cambios en la economía mundial, aseveró, es la consolidación de las cadenas globales de valor, es decir, ya los patrones del intercambio no están condicionados por la especialización sino que se aprecia una fragmentación del proceso productivo.

Esta situación es una determinante para que las exportaciones de piezas y componentes crezcan a nivel global, con la consiguiente modificación de la estructura, explicó.

Sin embargo, alertó Romero, la internacionalización de la producción parece detenerse, entre otros elementos, por avances tecnológicos como la robótica y su aplicación a los procesos productivos al requerir menos fuerza de trabajo.

A las corrientes se incorpora el auge del comercio digital, actualmente ubicado en el 12 por ciento de los intercambios internacionales de bienes, y se realiza mediante plataformas digitales, apuntó y añadió que en los últimos 10 años su crecimiento alcanzó el 70 por ciento.

Unido a estos elementos, indicó, se agrega el alza de tensiones proteccionistas, con un ostensible deterioro y fragmentación del sistema multilateral del comercio. (PL)

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