Pionero santacruceño se preocupa por conservación de manglares

Santa Cruz del Sur, 1ro Ago.- A Mario Ernesto Guerrero Álvarez le interesó participar en el concurso sobre medio ambiente organizado en el plantel donde estudia. Por vivir en un territorio costero que ha sido azotado por huracanes se dio a la tarea de investigar sobre la importancia de los manglares, barreras naturales encargadas de escudar las costas.

“Han tenido lugar conductas humanas inadecuadas que afectan este recurso natural muy vital en la conservación de las zonas marinas, sin tener en cuenta en ese actuar, además, la vasta biodiversidad acumulada en esa flora. Es tarea de nosotros los pioneros hacer labor educativa desde la familia y en los barrios para evitar se dañe esa parte esencial de la naturaleza”.

El alumno que cursará el octavo grado de la escuela secundaria básica “Camilo Cienfuegos” ha aprendido mucho sobre los manglares: “Son especies de bosques de plantas leñosas que se desarrollan en lagunas, riberas y costas tropicales. Toleran, incluso, altos niveles de salinidad; tienen raíces aéreas en formas de zancos que les permite anclarse en suelos inestables y sus estructuras especializadas propician el intercambio de gases en el suelo donde se asienta”.

La costa, incluidos los cayos, indicó, abarcan en esta localidad mil 234 kilómetros, representando el 7.9% de la superficie de la provincia de Camagüey. Nuestro litoral alcanza los 49.3 kilómetros lineales, dos son de playas.

“Por su tamaño los manglares cubanos ocupan el noveno lugar en el mundo, entre los países del Caribe son los de mayor volumen y se catalogan entre los de superior representatividad en el continente americano”.

En el municipio, puntualizó, en menor por ciento se manifiesta el mangle negro, nombrado científicamente avicennia germinans: “Aparece en terrenos de superior altura, por lo que la planta se encuentra en menos contacto con el agua, aunque el mar la inunda en determinados períodos. Otra cosa llamativa de este arbusto son sus hojas alargadas y lanceoladas cubiertas por pequeños cristales de sal”.

Salvaguardar estas frondosidades marinas es el llamado de Mario Ernesto, quien ya es un estudioso del tema. “En ellas hay una alta productividad de materia orgánica. Las raíces sumergidas le sirven de refugio a gran cantidad de peces, mamíferos e invertebrados y en sus ramas anidan numerosas variedades de aves, protegen las costas de la erosión y de las marejadas que causan los fenómenos atmosféricos. La bondad de esta flora exhorta a defenderla”.