Muestra Camagüey positiva experiencia en tratamiento de cardiopatías congénitas

Camagüey, 4 nov.- Una mínima incidencia anual de cardiopatías congénitas en recién nacidos muestra la provincia, como resultado de una estrategia de prevención de esas malformaciones desde antes de la concepción, durante el embarazo y luego del alumbramiento.

De los alrededor de ocho mil nacimientos que reporta el territorio cada año, en apenas unos 60 casos se presentan esas afecciones, que constituyen a su vez la mitad de todas las anomalías congénitas, segunda causa de mortalidad infantil.

Esa baja incidencia que referencian los datos, facilitados a la prensa local por el doctor Carlos Oliva Céspedes, especialista de II Grado en Pediatría y Cardiología del hospital pediátrico "Eduardo Agramonte Piña", evidencian el trabajo multidisciplinario que se realiza para evitar complicaciones asociadas a la patología.

Desde la atención primaria de salud y la evaluación del riesgo preconcepcional comienzan las acciones para prevenir esas y otras causas de mortalidad infantil, con la recomendación a las mujeres en edad fértil de consumir el ácido fólico, eficaz medicamento que además impide malformaciones neurales y digestivas en los fetos.

El galeno, responsable de la red cardiopediátrica en la provincia de Camagüey, precisó que el seguimiento prenatal es la clave para el éxito en el tratamiento a esas anomalías, pues en las consultas se realizan los ultrasonidos y las ecocardiografías fetales para descartarlas.

De presentarse la cardiopatía, las madres se remiten al Centro Provincial de Genética Médica, donde un equipo multidisciplinario determina si esta sería compatible o no con la vida y se le plantea a la familia la posibilidad de continuar el embarazo o interrumpirlo, decisión que corresponde a la gestante.

Cuando el bebé nace, son varias las terapéuticas que se ofrecen tanto en el territorio como en otros centros hospitalarios especializados en La Habana y otras provincias, si las alternativas como cirugías paliativas o correctivas no se pueden llevar a cabo en Camagüey, añadió Oliva.

Los niños con estas anomalías genéticas reciben seguimiento médico durante toda su vida, y en tres décadas de existencia del Cardiocentro del hospital pediátrico "William Soler", de La Habana, más de 600 camagüeyanos han sido operados allí satisfactoriamente, en tanto otros han sido intervenidos en el mismo servicio pero del hospital "Arnaldo Milián", de Santa Clara.