Muerte blanca: alarma por la abundancia de sal en los alimentos


Una investigación de la ONG británica 'Consensus Action on Salt and Health' ('Acción consensuada sobre la sal y la salud') publicada este martes ha denunciado el alto contenido en sal en alimentos básicos. La entidad acusa a supermercados y fabricantes de alimentación de abusar del sistema de regulación voluntaria para aumentar el nivel de sal.

En el año 2010 la Secretaría de Salud del Reino Unido, encabezada por Andrew Lansley, eximió de la responsabilidad del control de los niveles de sal a la Agencia de estándares de alimentación. Desde entonces la industria alimentaria –merced al Acuerdo de responsabilidad– tuvo la obligación de reducir los niveles de la sustancia sin vigilancia alguna por parte del Estado. De hecho, la presencia de sal no ha hecho sino aumentar.

La organización insisten que el Gobierno británicos tome medidas urgentes respecto a la alarmante cantidad de sal presente en productos muy consumidos como sopas, quesos y en platos precocinados.

El documento publicado por la citada ONG británica afirma que el 55% de la sopa de tomate en lata tiene la misma o más cantidad de sal que en 2010. Una lata de 400 gramos de sopa italiana de Baxters contiene 3,5 gramos de sal, más que un Big Mac y una porción de patatas fritas de McDonald's.

"Es una verdadera tragedia para la salud pública que el Gobierno adoptara la decisión de liberar de la responsabilidad a la Agencia de los estándares de alimentación en 2010", lamenta Graham MacGregor, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de Queen Mary de Londres. "No es nada sorprendente que tal política fracasara y llevara a miles de muertes por enfermedades cardiacas y apoplejía". "Es imprescindible que una institución independiente del gobierno sea responsable del control sobre la calidad de alimentación", añade MacGregor.