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[:es]Entre marabú y hornos de carbón santacruceños estrechan la mano amiga[:]

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Santa Cruz del Sur, 15 feb.- Los interminables agotamientos intentan sobresalir en las jornadas más difíciles. Pero la ayuda del amigo llega vivaz cuando escucha la solicitud del necesitado. “Yo no soy feliz si tengo una persona amiga triste, en aprietos. La lealtad es virtud que requiere darse con sinceridad”.

Eugenio Martínez Pie se expresa así porque sabe el significado de ese sentimiento. Acompañado, sale cada mañana en el carretón de tracción animal recién comprado. Juan Naranjo Ramírez, su cuñado, hábil conversador, anima los recorridos. Él solicitó una caballería de tierra para producir arroz, mientras que el hermano de su esposa se dedica  a hacer carbón.

“Tengo 41 años”, refirió Naranjo. “Lo que sé se lo debe a mi padre. El olor del proceso de quemado indica cuándo debo extraer el producto. Lo que obtengo tiene rápida salida”. Varios cuentapropistas, dijo, dedicados a elaborar pizzas, le compran por sacos el inflamable elemento sólido.

Este hombre, nacido en el batey Meneses, por la zona de Los Raúles, en posesiones del consejo popular Cándido González, reflexionó de igual manera sobre la amistad: “Se es amigo las 24 horas del día en las buenas, las malas, en cualquier circunstancia. Ahí está el mérito. Por ejemplo cuando Eugenio me ha solicitado apoyo para darle hacha al marabú de su área, he paralizado lo que tenga previsto llevar a cabo”.

Evocó al unísono las ayudas recibidas del descendiente de haitiano. “Me ha ayudado a envasar lo obtenido, cargar los sacos, cortar los troncos que se requieran para otra producción. Todos necesitamos de todos. La solidaridad amorosa mueve hasta las montañas más grandes”.

Martínez Pie sabe desafiar el marabú. “Cuando era chuiquito andaba descalzo por encima de las ramas llenas de espinas de esa planta, caídas al suelo. Soy del campo por lo tanto todo el arbusto crecido en la caballería que solicité por la Ley 300, quedará eliminado”.

Ambos ejecutan los afanes en áreas de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) 9 de Noviembre, asentada en la comunidad El Francés. “Por aquí cerca pasan una parte de los canales que suministran de agua los cultivos de esa asociación;  los liberaré de maleza. Pronto tendré las condiciones idóneas para sembrar”, señaló el tenaz usufructuario.

La tarea ahora es bien compleja, sin embargo, afirmó: “A quienes han dudado de mí los traeré hasta a este sitio. No habrá nunca más espacio para el marabú, sí para el cereal y otros sembradíos destinados al consumo familiar”.

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