En Cuba dígase madre, mujer, voluntad de resistencia

Con el mayor protagonismo en la vida diaria, las madres cubanas representan parte determinante en el proceso histórico por el que transitamos, quienes desde las primeras clarinadas libertarias, han asumido roles que en muchos casos inspiraron a los hombres, y sirvieron de ejemplo a sus hijos.

Madres cubanas fueron las que en 1968 indicaron el camino redentor de la manigua a su prole, lucharon machete en mano por liberar a la Patria, o socorrieron al herido en improvisados hospitales de campaña; o bordaron la bandera que enarboló la vanguardia mambisa en la invasión de Oriente a Occidente.

Inspiradas en esos ejemplos, madres cubanas lucharon con decoro durante más de medio siglo por rescatar la independencia arrebatada a nuestros próceres por el poderoso vecino del norte, hicieron gesta enfrentándose a las fuerzas represoras de los gobiernos de turno, combatieron a las huestes de la tiranía batistiana en las ciudades, montañas y el llano, hasta conquistar la definitiva independencia el luminoso 1ro de enero de 1959.

Las madres cubanas no se cruzaron de brazos ni se sentaron, con todo derecho, a ver el desarrollo del proceso revolucionario, todo lo contrario, nuevamente acompañaron a sus hijos en la campaña de alfabetización, cartilla en mano, para ilustrar a un pueblo mayoritariamente analfabeto, que pudiera comprender y formar parte de la gran obra que se comenzaba en Cuba.

Ante la invasión por Playa Girón, organizada y sustentada por los yanquis, de nuevo las madres cubanas ocuparon su sitio en la lucha, y tras la aplastante derrota mercenaria, muchas lloraron a sus hijos caídos, pero orgullosas de haber formado parte de un pueblo combativo, que propinó el primer gran descalabro militar al imperialismo en América Latina.

Madres cubanas son las que en el transcurso de más de media centuria de criminal bloqueo a Cuba, aún persistente con todo rigor, han sabido transmitir y edificar una voluntad de resistencia en sus hijos, que ha posibilitado salir airosos de la etapa más cruda del ya casi olvidado periodo especial, para continuar en pie, con el mayoritario apoyo popular, haciendo realidad el humano y siempre vigente Programa del Moncada, ideado por Fidel Castro Ruz y la Generación del Centenario.

Madres cubanas son las que desde puestos determinantes en el Partido Comunista de Cuba y el Gobierno, conducen estrategias para hacer más llevadera la vida, y minimizar los impactos del cerco económico a la isla.

Madres cubanas son las que nos conducen con pasos firmes por los senderos del socialismo, pues al decir de nuestro José Martí: “cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible”.

Por eso en Cuba dígase madre, dígase mujer, dígase voluntad de resistencia.

(Por Pedro Paneque Ruiz/ Radio Cadena Agramonte)