Camilo Capitanea desde las olas santacruceñas

Santa Cruz del Sur, 28 oct.- El Camilo de los Cien Fuegos con el Gorriarán barbudo son más que apellidos, se han convertido en unificaciones proporcionadas de montañas, metralla, arrojo, en su ser. Es el Comandante al que no se la apagan las sonrisas ni las energías para ser el primero en la vanguardia, aunque la tropa le pida ser más prudente.

Alza el arma para libertar la aurora; en el viento la pólvora construye propósitos, incrementa las ansias, también los sueños. La palabra del hombre del sombrero alón crece en los caminos, comparte la sed y el hambre, la lata de leche condensada.

Dispara bromas el soldado jefe a la vez que exige disciplina. Se reúne, prepara la nueva celada a la tiranía; escoge el lugar de mayor peligro porque sabe que la muerte lo respeta.

La sierra y los llanos son el amparo de todos los compatriotas que lo han seguido. Piensa siempre en Fidel, el gigante, líder máximo al que admira. Prefiere dejar de respirar antes de serle infiel al Comandante en Jefe.

Volverás a recibir las flores hoy , 28 de octubre, no porque hayas muerto, Camilo. Míralos como los nuevos brotes coloridos que seguirán embelleciendo el camino por el que ahora andas, esa ruta de mar en la que fabricas porvenir.

Sobre las olas del litoral santacruceño andas, capitaneas, sobresales, confirmas, orientas, para que nada se interponga a la salida del sol, al nuevo amanecer en que te volverá a abrazar tu Cuba, la patria que te sigue orgullosa.